JERUSALÉN (Israel).- Diputados de la oposición israelí pidieron la dimisión del primer ministro, Benjamín Netanyahu, poco después de conocerse hoy que la Policía ha recomendado a la Fiscalía imputarle por delitos de corrupción en dos casos en que se le investigaba desde hace un año.
«La Policía israelí ha concluido que hay pruebas suficientes contra el primer ministro en este caso por delitos de soborno, fraude y abuso de confianza», se afirma en el comunicado policial. Netanyahu se reunió este martes con sus abogados y principales asesores para abordar la cuestión, horas antes de que se hicieran públicas las recomendaciones.
«Un tirano corrupto sin límites al que la Policía ha pedido que se le acuse de los más serios crímenes de corrupción anuncia que no se va», declaró indignada la diputada de Unión Sionista, Shelly Yajimovich, quien exigió: «Vete, vete, hombre corrupto», según informa el digital «Times of Israel».
La legisladora, exlíder del partido laborista, llamó también a los partidos de la coalición de gobierno a dejar de apoyar a Netenyahu y no permitirle «seguir sirviendo (en su cargo) en esta pesadilla», ya que si no lo hacen, «la mancha de la corrupción» les acompañará para siempre también a ellos.
El diputado de ese mismo partido Eyal Ben-Reuven pidió también la «dimisión inmediata» y señaló que «el Estado de Israel necesita un líder con las manos limpias y que solo esté dedicado a los asuntos del país».
El parlamentario árabe Ayman Odeh, de la Lista Unida, denunció por su parte que Netanyahu «es peligroso» y «corrupto» y «está dispuesto a hacer todo para mantenerse en el poder». «Debe irse a casa», concluyó.
Desde el partido pacifista Meretz, la legisladora Tamar Zandberg pidió también que dimita y señaló que «Netanyahu ha perdido la autoridad moral sobre su Gobierno. Si no renuncia hoy, todos y cada uno de los sesenta miembros (diputados) de su coalición deberían levantarse y decir: ‘Suficiente. Levántate y vete'».
Miembros de la coalición, por su parte, salieron a defender al primer ministro, como el titular de Turismo, Yariv Levin, quien calificó la decisión policial de «despreciable» y de «intento de golpe de Estado».
Éste, aseguró «es un esfuerzo de llevar a cabo un golpe contra la voluntad de los votantes».
El jefe de la coalición de Gobierno, David Amsalem, del partido Likud que encabeza Netanyahu, dijo que «no hay nada nuevo aquí. El objetivo se marcó hace dos años. La Policía hizo todo lo posible para golpearlo», según recoge el diario digital «Ynet».
«A mi entender, éste es un proceso ilegítimo que pondría en peligro cualquier democracia en el mundo», denunció.
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