FLORIDA.- El senador republicano Dennis Baxley presentó un proyecto de ley en que el director de una escuela o al superintendente del distrito escolar tendrían la potestad para nombrar a un número indeterminado de personas armadas con la misión de reaccionar en caso de un ataque.
Paralelamente un grupo de defensores del porte de armas (Carry Florida), residentes del Estado del Sol, pidieron al Congreso estatal que legisle para permitir que los maestros con licencia para portar armas ocultas las puedan llevar a las instituciones educativas donde trabajan.
Con estas propuestas se acabaría con las llamadas “zonas libres de armas”, es decir, la prohibición de que se puedan entrar pistolas o rifles a las escuelas públicas de Florida.
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De esta manera los senadores republicanos evitan hablar de control de armas, que plantean los legisladores demócratas, ni tampoco de propuestas para evitar que personas con problemas mentales tengan acceso a pistolas o rifles.
Por un parte, el gobernador Rick Scott pidió la renuncia del director del FBI, por no haber reaccionado ante la información de una persona que dijo que Nikolas Cruz, el atacante confeso que mató a 17 personas de ese colegio, dijo tener el “deseo de asesinar gente”.
La misma institución de investigación policial reconoció su error.
Los legisladores republicanos buscan cualquier alternativa para protegerse de los tiradores e insisten en el libre acceso a las armas de fuego.
En el estado de Olorida hay 1.8 millones de personas que tienen licencia para portar armas ocultas.
Uno de ellas era Nikolas Cruz, el joven de 19 años que portaba un rifle de asalto AR-15, adquirido de manera legal, y, según otros reportes de prensa, había adquirido tres armas adicionales en el último año.
En menos de veinte minutos Cruz no sólo destruyó a 17 familias, sino alteró tal vez para siempre la certeza de tranquilidad y sosiego que había en esa comunidad, un vecindario de personas acomodadas acostumbradas a vivir una vida sin mayores sobresaltos. (EVHA-Agencias)