AUSTIN (EEUU).- Una coalición de firmas de abogados estadounidenses interpuso hoy una demanda en cuatro estados en contra del actual sistema de elección presidencial que entrega todos los electores al candidato que recibe la mayoría de votos.
Los demandantes, que aseguran ser no partidistas, decidieron presentar las demandas en California y Massachusetts, donde tradicionalmente gana el candidato demócrata, y en Texas y Carolina del Sur, de claro dominio republicano, al considerar que el actual sistema «magnifica el impacto de algunos votos y hace caso omiso de otros».
En 48 de los estados y el Distrito de Columbia, el candidato presidencial que recibe la mayoría de los votos se adjudica todos los electores de ese estado, mientras que en Nebraska y Maine la distribución se hace de manera proporcional, de acuerdo con los sufragios obtenidos por cada candidato.
«Queremos igualdad, que los votos del colegio electoral sean similares al voto popular, porque la democracia es uno de los pilares de este país y en la Constitución reza que una persona es igual a un voto», declaró a Efe Luis Roberto Vera, abogado de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), que forma parte del grupo de demandantes.
En las elecciones presidenciales del 2016, la candidata demócrata Hillary Clinton logró 2.9 millones de papeletas (48.2% del total) más que el presidente Donald Trump (46.1%), que, en cambio, se hizo con 304 votos electorales, por 227 de la exsecretaria de Estado.
Ese 2.1% de diferencia a favor del derrotado es el tercero más abultado en la historia electoral en EEUU, después de que Andrew Jackson ganase por más de 10% en los comicios de 1824, pero no ocupase la Casa Blanca, a la que llegó John Q. Adams, mientras que en 1876 Samuel Tilden recibió un 3% más de votos que Rutherford B. Hayes.
En otras dos ocasiones el ganador por voto electoral no juró como presidente, la más reciente cuando el republicano George W Bush llegó a la Casa Blanca a pesar de recibir medio millón de votos menos que el demócrata Al Gore.
Vera valora este proyecto como «difícil» aunque necesario para revocar un método «con más de 100 años de controversia», que en su opinión, quedó anticuado hace mucho tiempo con el desarrollo de la tecnología.
«El sistema del colegio electoral era necesario en su fundación porque no había tecnología y era una manera de evitar el fraude, un represente de cada estado acudía el día de la elección y transmitía el voto», explicó el abogado de LULAC, una de las organizaciones de derechos civiles mayores y más antiguas del país.
Aunque el proceso legal se presentó en cuatro estados el objetivo de los demandantes, entre los que se encuentra el exgobernador republicano de Massachusetts William Weld, es modificar a nivel nacional el actual «antidemocrático» sistema electoral, que, en su opinión, viola los derechos constitucionales de «asociación libre, expresión política y protección igual ante la ley».
En opinión de ACLU, las demandas no cuestionan el sistema del colegio electoral establecido por la Constitución sino el método de «El ganador se lleva todo» (Winner takes it all) para instaurar una opción que lleve a los candidatos a hacer campaña por los sufragios de todos los votantes y no solo aquellos que viven en unos pocos estados.
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