El presidente, Pedro Pablo Kuczynski, consideró que será víctima de un golpe de Estado si prospera en el Congreso la moción para destituirlo, cuya votación está prevista que se celebre este jueves 22 en el hemiciclo.
«Yo no creo que va a pasar, pero sería un golpe de Estado», dijo Pedro Pablo Kuczynski en una entrevista publicada este domingo en el popular diario Trome.
El mandatario afirmó que el parlamento no tiene motivos reales para destituirlo por la figura de la incapacidad moral permanente y explicó que ese caso está contemplado para casos muy específicos como presidentes que contraen Alzheimer en el ejercicio de su cargo o gobernantes que viajan fuera del país sin permiso del Congreso.
«Yo no he hecho absolutamente nada ilegal. De lo que me acusan son cosas que ocurrieron hace doce, quince años atrás y que nada tienen que ver con mi gobierno. Mi gobierno es absolutamente limpio», argumentó.
Sin embargo, Pedro Pablo Kuczynski confesó que ganó 380.000 dólares por utilidades de su consultora Westfield Capital, fundada en Estados Unidos, con la que facturó 782.000 dólares a la constructora brasileña Odebrecht entre 2004 y 2007, mientras era ministro en el Gobierno del expresidente Alejandro Toledo (2001-2006), motivo de la moción de vacancia (destitución).
El presidente denunció que el opositor partido fujimorista Fuerza Popular, liderado por Keiko Fujimori, hija del expresidente Alberto Fujimori, a quien le ganó las elecciones presidenciales de 2016, intentó despojarlo de su cargo desde el primer momento que comenzó su mandato.
«Desde el principio hay un grupo que cuando yo fui al Congreso a juramentar ni siquiera se levantó. No quiso aplaudir ni siquiera formalmente y siempre me decían ‘no te vamos a vacar’, o sea estaban pensando en eso desde el primer día», argumentó.
Sin embargo, el gobernante anticipó que para la votación de la moción de vacancia (destitución) volverá a contar con el apoyo de Kenji Fujimori, hermano menor de Keiko, como ya ocurrió en el primer intento de destitución el pasado diciembre.
Pedro Pablo Kuczynski se salvó de ser destituido el 21 de diciembre en una votación similar a la que se celebrará este jueves gracias a la ausencia en el parlamento del bloque de izquierdas Nuevo Perú y también a la abstención de Kenji Fujimori y otros nueve congresistas fujimoristas que no votaron a favor como el resto de su bancada.
Tres días después, el presidente indultó al expresidente Fujimori y le eximió de la condena de 25 años de prisión que cumplía por delitos de lesa humanidad, tal y como previamente le había solicitado Kenji, quien renunció junto a los otros congresistas disidentes del fujimorismo y se posicionaron a favor de Pedro Pablo Kuczynski.
El mandatario aseguró en la entrevista que no se arrepiente de haber indultado a Fujimori: «Yo creo que el Perú necesita reconciliación. Tenemos que voltear la página de los anteriores casi veinte años».
Cuestionado por la impopularidad que le dan las encuestas, que alcanza hasta el 73 % de los peruanos, Kucyznski lo atribuyó a que «están muy influenciados por lo que leen en las tapas (portadas) de algunos periódicos».
«Yo estoy muy conectado con el pueblo, lo que pasa es que tengo algunos medios adversos y el Congreso me hace bastante bulla, y es un Parlamento dominado por un sector», apuntó.
Pedro Pablo Kuczynski, de 79 años, asumió la Presidencia de Perú en julio de 2016 y su mandato culmina en 2021, año en el que Perú celebrará el bicentenario de su independencia.
EFE/Foto internet-medios