A través de convenios con equipos españoles como el Real Madrid o el Barcelona, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está utilizando el poder y la popularidad del fútbol en América Latina como herramienta de desarrollo.
En el marco de la asamblea anual del BID que terminó este domingo en Mendoza (Argentina), la Fundación del Club Real Madrid, la Universidad UNCuyo de Mendoza y el BID inauguraron una escuela sociodeportiva de fútbol para atender a tres de los barrios más populares de la ciudad argentina.
El acuerdo es el tercero que la Fundación del Real Madrid y el BID han firmado en los últimos meses y que ha permitido la apertura de escuelas similares en Costa Rica y Perú.
Y las dos organizaciones están trabajando ya en un cuarto acuerdo para la Villa 31 bonaerense, una de los barrios más marginales de la capital argentina.
«Es una forma de trabajar utilizando el deporte como vehículo de agente de cambio», explicó a Efe Bernardo Guillamón, gerente de la Oficina de Alianzas Estratégicas del BID.
«El deporte nos permite sobre todo trabajar con jóvenes en situación de riesgo. Podemos utilizar el deporte como un gancho para atraerlos e inculcar valores», añadió Guillamón.
El presidente del BID, Luis Alberto Moreno, también recalcó el «nexo muy fuerte entre el deporte y el desarrollo» cuando firmó el acuerdo con el Real Madrid y UNCuyo el pasado 22 de marzo.
«Esto uno lo comprueba cuando ve jóvenes que pasan de estar en el ocio, a que por el contrario vengan por la vía del deporte que les da muchas más herramientas que la educación física misma, instrumentos para la vida, para aceptar trabajar en equipo, respetar las reglas y ser mejores ciudadanos», añadió Moreno.
Ignacio Corlazzoli, representante del BID en Europa, explicó que en el caso del acuerdo en Mendoza, la escuela atenderá a unos 3.000 niños y el Real Madrid capacitará a los entrenadores, donará equipamiento deportivo y ofrecerá algún tipo de apoyo financiero.
Y para lanzar el acuerdo, el Real Madrid envió a Mendoza al exjugador Álvaro Arbeloa.
A cambio, los niños que participan en el programa tienen que asistir al colegio.
Lo que parece un pequeño proyecto, tiene repercusiones gigantescas, según Guillamón.
«Es impresionante el tema del deporte. Y en nuestra región el fútbol reúne a gente que no la podrías reunir de otra manera. Estamos convencidos que tiene un poder enorme. Y no importa el deporte», declaró.
Si en Costa Rica, Perú o Argentina el vehículo de cambio es el fútbol, en el Caribe está siendo el béisbol y el cricket y en las favela de Río de Janeiro (Brasil) el baloncesto y la natación.
«En las favelas hemos establecido centros polideportivos con la colaboración de Michael Phelps (el nadador olímpico estadounidense), Visa, Colgate, la Fundación del Barcelona y la NBA», explicó el gerente del BID.
Y mientras que en los acuerdos con el Real Madrid o el Barcelona el vínculo del fútbol es con la educación, en otros programas el BID utiliza el deporte para promover otros aspectos del desarrollo: salud, igualdad de género o seguridad ciudadana.
«En los últimos doce o trece años, hemos establecido programas en 18 países, de los 26 en que operamos, que impactan a más de 90.000 jóvenes. Por ejemplo, tenemos uno en Bolivia para la promoción de la mujer a través del fútbol», dijo Guillamón.
Otro ejemplo es el programa con la Fundación Celeste, de la selección de fútbol uruguaya, para jóvenes que han delinquido o que en están en situación de riesgo de saltarse la ley y que inculca «a través del fútbol valores cívicos y la reinserción social».
Guillamón insiste en las grandes necesidades que existen en la región y el vínculo entre deporte y desarrollo.
«Nuestra región es la segunda del mundo con mayores índices de inactividad deportiva, tenemos un crecimiento de la obesidad infantil enorme y el índice de enfermedades crónicas está explotando», dijo. EFE