BRASILIA (Brasil).- El Partido Republicano Brasileño (PRB), una formación derechista vinculada a pastores evangélicos, postuló hoy al empresario Flávio Rocha, propietario del grupo textil Guararapes y de la red de tiendas Riachuelo, como su precandidato a la Presidencia de Brasil en las elecciones del 7 de octubre próximo.
La postulación fue anunciada en un acto en el Congreso Nacional en el que Rocha se afilió al partido y tras una reunión en que los parlamentarios del PRB, que cuenta con un senador y 26 diputados, decidieron de forma «unánime» apoyar su aspiración presidencial.
«Discutimos el escenario electoral con los dirigentes y los parlamentarios del partido y decidimos aprovechar el acto de afiliación para endosar por unanimidad la indicación de su nombre como nuestro precandidato a la Presidencia», afirmó el presidente del PRB, pastor evangélico Marcos Pereira, en la ceremonia.
Pereira, que fue hasta hace pocas semanas ministro de Industria y Comercio del Gobierno del presidente Michel Temer, afirmó que los dirigentes del PRB se reunirán la próxima semana con el jefe de Estado para decidir si abandonan o permanecen en la actual coalición oficialista.
El dirigente aclaró que el partido abandonará el Gobierno en caso de que Temer, que en las últimas semanas ha dado pistas de que puede aspirar a la reelección, decida que ningún partido de la coalición puede tener candidato propio.
«Es una candidatura para valer. No es para intentar la candidatura a vicepresidente en alguna coalición partidista sino para aspirar a la Presidencia», agregó Pereira al negar que el PRB, un partido con fuertes vínculos con el grupo evangélico Iglesia Universal del Reino de Dios, esté interesado en mostrar fuerza para negociar con otros candidatos.
Rocha fue presentado como precandidato debido a que la legislación electoral brasileña prohíbe cualquier tipo de campaña proselitista antes de julio próximo, por lo que no es permitida la postulación de candidatos.
El empresario, propietario del mayor grupo del ramo textil y de confección de ropas de Brasil (Guararapes) y de la red de tiendas que distribuye sus productos (Riachuelo) y líder de un grupo económico con 40,000 empleados, se definió a sí mismo como un defensor del liberalismo económico y del conservadurismo en las costumbres.
Rocha, sin embargo, negó haber sido escogido como alternativa de la derecha a la candidatura del ultraderechista Jair Bolsonaro, el militar de la reserva y defensor de la última dictadura brasileña (1964-1985) que es segundo en los sondeos de intención de voto para las presidenciales de octubre pero cuyos índices de rechazo son récord.
Bolsonaro escolta al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), del socialista Partido de los Trabajadores (PT), en todos los sondeos electorales, pero ambos tienen elevados índices de rechazo y Lula puede incluso ser inhabilitado por su condena a 12 años de prisión por corrupción.
«Tengo muy poca identidad con Bolsonaro, principalmente en el campo de la economía. Soy un liberal convicto, creo en la libre iniciativa, soy un reformista y defiendo las privatizaciones. Creo que el Estado debe limitarse a sus funciones básicas», afirmó.
De acuerdo con Rocha, tanto el modelo izquierdista de Lula, cuyo Gobierno «agigantó» al Estado, como el derechista de Bolsonaro son defensores de la intervención estatal en la economía y en otras áreas.
El propietario de Riachuelo ha ganado apoyo de grupos derechistas bastante activos como el Movimiento Brasil Libre (MBL) gracias a su discurso liberal, a sus fuertes críticas a las Administraciones de Lula y de su sucesora, la destituida presidenta Dilma Rousseff, y a su promesa de combatir la corrupción en todos los niveles.
«Quiero llenar una laguna que hay en la política brasileña pese al abanico de 35 partidos y marcar posición como contrapunto al intervencionismo estatal, al agigantamiento del Estado, al crecimiento de la criminalidad y a la inversión de valores que se refleja en las decenas de escándalos de corrupción que surgen todos los días», dijo.
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