CIUDAD DE VATICANO.- La Santa Sede arrestó al Monseñor Carlo Alberto Capella, alto diplomático y exfuncionario en la Nunciatura en Washington, acusado de poseer y distribuir pornografía infantil.
Capella fue acusado en Canadá por descargar pornografía infantil durante una estancia en diciembre de 2016 cuando se desempeñaba funcionario para las Relaciones con los Estados de la Secretaria de Estado en la nunciatura en Estados Unidos.
A raíz de esa denuncia se encontraba en el Vaticano, en el Colegio de los Penitencieros, en estado de restricción y esperando el juicio. Ahora, sin embargo, se encuentra en una celda del cuartel de la Gendarmería vaticana a disposición judicial. Lo que indicaría que se han reunido más pruebas en su contra.
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“El procedimiento se ha llevado a cabo por miembros de la Gendarmería vaticana. El imputado está detenido en una celda del cuartel del cuerpo de la Gendarmería, a disposición de la autoridad judicial”, señala el comunicado del Vaticano.
Asimismo menciona que el arresto se produce después de una investigación que ha llevado a cabo el promotor de justicia y de que “el juez instructor ha tomado la decisión sobre la base de los párrafos 3 y 5 del artículo 10, de la ley VIII de 2013”.
El párrafo 3 de este artículo, según explicaba la agencia Efe, establece que aquel que “distribuya, divulgue, transmita, importe, exporte, ofrezca, venda o guarde” material con contenido “de pornografía infantil”, o “distribuya o divulgue noticias o información con finalidad de explotación sexual de menores” será sancionado “con prisión de uno a cinco años” y una multa de entre 2.500 euros y 50.000.
Por su parte, el punto 5 dice que la pena puede ser superior si el material “es de ingente cantidad”.
El caso llega en un momento en el que arrecian sobre el Vaticano las críticas por no haber llevado la eficacia en la lucha contra la pederastia a los estándares de «tolerancia cero» que el papa Francisco prometió a su llegada, ahora hace 5 años.
EE UU pidió que se levantase la inmunidad diplomática del religioso para presentar cargos, pero la Santa Sede (que no tiene tratados de extradición con ningún país) prefirió traerlo de vuelta para juzgarlo.
Las autoridades canadienses, según difundió el Vaticano en su momento, no habían emitido una orden de captura para Capella. De modo que, como ha sucedido otras veces, y teniendo inmunidad diplomática, el funcionario será juzgado en la Santa Sede pese a que cometió su delito en suelo extranjero. (ECHA- Agencias)