TEL AVIV.- Israel teme que Rusia suministre de misiles S-300 al presidente sirio Bachar el Asad tras el ataque encabezado por EEUU, activando la venta del sistema de defensa tierra-aire de largo alcance que se paralizó por reticencias al rearme del régimen.
Las Fuerzas Armadas judías consideran que el despliegue de las baterías S-300 puede blindar a Damasco frente a futuras acciones de represalia, según revelaron ayer analistas de defensa de la prensa hebrea.
Poco después del bombardeo conjunto, el general Serguéi Rudskói aseguró que Rusia estaba dispuesta a examinar el suministro de misiles S-300 a Siria.
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Equipada con baterías y sistemas de fabricación soviética con más de 30 años de antigüedad, la defensa antiaérea siria interceptó, según Moscú, siete de cada diez misiles de crucero disparados el sábado por navíos de guerra y aviones de combate occidentales.
Israel ha lanzado más de un centenar de operaciones aéreas sobre Siria durante el conflicto civil que estalló hace siete años, en su mayoría contra convoyes y depósitos de armas destinados a Hezbolá, la milicia chií libanesa aliada de El Asad con la que libró una guerra en 2006.
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Desde hace más de un año, sus observadores militares han asistido a la progresiva mejora de los sistemas antiaéreos sirios. En marzo de 2017, cazas israelíes que habían participado en una incursión en el país vecino fueron atacados con cohetes, que tuvieron que ser interceptados por el escudo antimisiles Arrow desarrollado conjuntamente por Israel y EE UU.
El pasado febrero, un F-16 israelí fue derribado por cohetes sirios tras una operación de castigo contra una base aérea con presencia de fuerzas iraníes.
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Los expertos en asuntos de defensa de los medios israelíes, generalmente informados por los servicios de inteligencia militar, coincidieron en destacar que el Estado judío teme ver amenazada la “libertad de acción” para su Fuerza Aérea si los sistemas de misiles S-300 acaban instalándose en las bases sirias.
Este sistema defensivo de cohetes y radares puede poner en peligro las operaciones de la Fuerza Aérea israelí en un radio de hasta 300 kilómetros. (ECHA- Agencias)