Cuba declara Patrimonio de la Nación la obra y la casa de Alejo Carpentier

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Cuba declaró Patrimonio de la Nación la casa donde vivió el reconocido escritor Alejo Carpentier en el Vedado habanero, así como los bienes y objetos personales preservados en esa residencia por la viuda del novelista, Lilia Esteban de Carpentier, informó hoy la prensa oficial de la isla.

Firmada por el ministro cubano de Cultura, Abel Prieto, la declaración protege al antiguo hogar del matrimonio, una de las sedes de la Fundación Alejo Carpentier, que guarda gran parte del patrimonio del que fuera el primer latinoamericano en recibir el premio Cervantes, en 1977.

En esa casa se conservan la papelería del escritor, su biblioteca y discoteca, su máquina de escribir y varios recuerdos de viaje.

Una de las salas exhibe una muestra cronológica de la prolífica obra literaria y periodística de Carpentier, reconocido por «universalizar» la historia y los personales latinoamericanos, y por introducir «de un modo artístico inigualable la herencia negra», señala el diario estatal Granma en una nota.

Hijo de un arquitecto francés y una profesora rusa asentados en La Habana, Carpentier (Lausana, 1904- París, 1980) fue el creador de la corriente literaria de «lo real maravilloso» y entre sus obras principales se incluyen «El reino de este mundo», que marca su madurez literaria, y su novela cumbre «El siglo de las luces».

En sus inicios ejerció como periodista y más tarde fundó las revistas Tiempo Nuevo y Orígenes.

Durante su estancia en Europa, Carpentier entró en contacto con la vanguardia literaria, especialmente del surrealismo, y en España se relacionó con los poetas de la Generación del 27, entre ellos Pedro Salinas, Rafael Alberti y Federico García Lorca.

Tras su estancia europea, vivió también en Venezuela, hasta que regresó a Cuba definitivamente luego del triunfo de la Revolución Cubana en 1959.

En el nuevo Gobierno revolucionario se desempeñó como primer director de la Editora Nacional, vicepresidente del Consejo Nacional de Cultura y años después, como consejero cultural en las embajadas cubanas de algunas capitales iberoamericanas y del este de Europa.

Carpentier murió en Francia en 1980 como alto funcionario diplomático en la misión de la isla en París.

A los dos años de su fallecimiento, el Ministerio de Cultura de Cuba fundó la Fundación Alejo Carpentier como centro de promoción literaria y de divulgación de la obra del escritor, ubicado inicialmente en la casa del novelista en la calle Empedrado de La Habana Vieja.

Cuando en 2008 falleció su viuda, la vivienda de la calle E en el Vedado pasó a ser la sede principal, biblioteca, centro de investigación y museo de la institución, mientras que el edificio del centro histórico habanero alberga ahora talleres y actividades culturales. EFE

 

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