BEIRUT (Líbano).- Siria devolvió hoy a Francia la Gran Cruz de la Legión de Honor, el mayor reconocimiento al mérito que otorga el Estado francés y que fue concedida en 2001 al presidente sirio, Bachar al Asad, que ahora dice que «no se siente honrado» por ello.
Hace dos días, fuentes de la Presidencia gala informaron a Efe en París de que Francia se disponía a iniciar un proceso disciplinario contra Al Asad para retirarle la Legión de Honor.
Según un comunicado de la oficina de Al Asad, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores devolvió a Francia la condecoración a través de la Embajada de Rumanía en Damasco, que representa los intereses franceses en este país, ya que París cerró su legación diplomática en el 2012.
La nota explica que esta medida se produce después de la participación francesa «en la agresión tripartita junto a EEUU y el Reino Unido contra Siria el 14 de abril».
El pasado sábado, los tres países occidentales bombardearon posiciones gubernamentales en el territorio sirio, como represalia por un supuesto ataque químico una semana antes en una zona bajo control opositor cerca de Damasco, del que Londres, París y Londres acusaron al Gobierno sirio.
La Presidencia siria aseguró que Al Asad «no se siente honrado por llevar esta condecoración de un régimen siervo de EEUU, que apoya organizaciones terroristas en Siria y ataca a un Estado miembro de la ONU en violación flagrante de los fundamentos y principios de la ley internacional».
El comunicado subraya que Siria ha respetado siempre las relaciones internacionales y el derecho de los pueblos a decidir su destino «por lo que rechaza cualquier dictado internacional, especialmente si proviene de regímenes políticamente inmaduros, sin experiencia, sabiduría y decencia».
Aseguró que «esos regímenes están basado en intereses personales a expensas de los intereses de los pueblos».
La Presidencia siria destacó que «el tiempo de la colonización y la esclavitud de los pueblos ha pasado».
Al Asad recibió la Gran Cruz en el 2001 de la mano del entonces presidente francés, el conservador Jacques Chirac, quien saludó la actitud «reformista» del sirio.
Desde el 2010, el código de la Legión de Honor establece que la medalla puede ser retirada a extranjeros «condenados por crímenes o con penas de prisión de al menos un año», así como si el sujeto ha cometido actos contrarios al honor.