Barcelona derrotó 4-2 a Deportivo La Coruña por la fecha 35 de la Liga Española. El elenco catalán logró el título liguero y Deportivo jugará la próxima temporada en Segunda División.
Barcelona ganó en Riazor y se proclamó oficialmente campeón de Liga. Los azulgranas ganaron (2-4) con un hat-trick de Leo Messi tras un partido extraño en el que le pusieron algo de suspenso, ya que se dejaron remontar el 0-2 inicial, sufrieron para no encajar el tercero y acabaron venciendo gracias a la aparición salvadora en los últimos minutos de Leo Messi.
Tras la victoria en Riazor, el Barcelona ya es matemáticamente el campeón de Liga y el Deportivo nuevo equipo de Segunda.
Ernesto Valverde desde el inicio apostó por el mejor once posible y únicamente reservó a Andrés Iniesta, por precaución, ya que el manchego acabó tocado la final de Copa.
Volvió Dembélé al equipo inicial y lo hizo compartiendo parcela ofensiva con Messi, Suárez y Coutinho. Aunque bastaba con un empate, el técnico dejaba claro con la alineación que quería liquidar el partido por la vía rápida.
Y así fue, al menos en los primeros minutos. Coutinho marcó el primer tanto cuando apenas habían transcurrido seis minutos, en los que el balón fue sólo del Barcelona y únicamente se jugó en el campo del Deportivo.
El brasileño anotó su tercer tanto en Liga con un disparo colocado tras una asistencia de Dembélé y acercaba aún más al Barcelona al título de Liga.
Lo siguientes minutos fueron un monólogo del equipo azulgrana, que parecía tener prisa por sentenciar el partido y el campeonato. Fueron llegando al marco de Rubén y tenían el dominio del encuentro, pero los remates no eran precisos. El Deportivo tuvo una e incluso marcó, pero el colegiado anuló el tanto por fuera de juego.
Los delanteros del Barcelona estaban muy activos, con mucha movilidad, pero sin acierto de cara a puerta. Messi estuvo a punto de marcar de falta directa, pero el portero gallego se lució con un paradón.
Y entonces el Deportivo demostró que estaba dispuesto a morir con dignidad. Los gallegos reaccionaron y tuvieron tres ocasiones claras para batir a Ter Stegen. Guiados por un brillante Emre, el propio turco, Borja Valle y Schar acariciaron el gol pero no lograron batir al alemán.
Cuando mejor estaba el Deportivo, llegó el segundo gol azulgrana. Dembélé condujo una contra a gran velocidad, y Luis Suárez se inventó una espectacular asistencia de primeras para un Messi que no falló y de primeras fusiló a Rubén.
El partido parecía ya liquidado, pero el Deportivo se negaba a tirar la toalla. Y en la siguiente acción llegó el gol gallego. Lucas Pérez se anticipó a Jordi Alba y batió a Ter Stegen. Con el 1-2 se llegó al descanso, un resultado que dejaba al Barça a 45 minutos de proclamarse campeón y al Deportivo de ser nuevo equipo de Segunda División.
La segunda parte empezó de nuevo con Barcelona volcado hacia la portería del Deportivo, aunque con mucha imprecisión en los pases, especialmente de un Ousmane Dembélé que iba ganando protagonismo gracias a su velocidad pero no finalizaba con acierto casi ninguna acción. Messi a punto estuvo de anotar el tercero después de otra combinación con Dembélé y Suárez, pero topó de nuevo con Rubén.
Para minimizar riesgos y evitar que un nuevo arreón del Deportivo estropeara el anunciado alirón, el Barça se dedicó a dormir el partido con posesiones interminables frente al área del Deportivo. Por momentos parecía un partido de balonmano en el que el balón iba de un lado a otro, mientras en el marcador iban pasando los minutos.
Pero el ritmo del encuentro relajó en exceso a los azulgranas y el Deportivo volvió a la carga. Una buena contra de Borja Valle la acabó culminando Emre Çolak.
Quedaban 25 minutos y el Barcelona se veía condenado a sufrir por culpa de algunas lagunas defensivas alarmantes. El gol dejó KO a los azulgranas, que desaparecieron del terreno de juego y se veían acorralados por un Deportivo que creía en el milagro. El Barcelona vivió momentos de agobio, la posesión era de los gallegos y parecía más cercano el tercer gol local que la sentencia azulgrana.
En los últimos diez minutos volvió a aparecer Messi y gracias al argentino el Barcelona se quitó el miedo de encima. Y tuvo que ser Messi, quién sino, el que marcara el tanto de la victoria, el gol que les daba la Liga a los azulgranas. Tras una combinación con Suárez, el crack azulgrana superó a Rubén con la pierna derecha y sentenció el partido y el campeonato.
Unos minutos después, Messi volvió a marcar y cerró el partido y la Liga con un hat-trick. El Barcelona campeón y el Deportivo, en cambio, descendido a Segunda División.