FIFA, TAS y la WADA le dieron al Perú la peor noticia al notificar el castigo de 14 meses para Paolo Guerrero, sanción que le quita la posibilidad de jugar el Mundial de Rusia 2018.
La sanción ya está, no habrá marcha atrás. Paolo Guerrero se quedará sin acompañar a la selección peruana al mundial de Rusia tras 36 años de larga espera.
No podía esperarse otro resultado, no lo habría tratándose de un tema espinoso que a la propia FIFA le costó sancionar.
El jugador peruano no es acusado de haberse dopado sino que Paolo Guerrero es culpable de no tomar precauciones necesarias para evitar ser contaminado con la sustancia originaria de todo este zafarrancho que toca las fibras del sentimiento nacional.
De hecho estamos en el peor escenario que nos pasa, todos hacemos resistencia de aceptar algo que nos golpea el corazón y toca las fibras más sensibles en el sentimiento de los peruanos.
Es chocante que suceda todo esto que más parece una pesadilla, un veneno sin antídoto para un enfermo doliente a sabiendas de que su futuro no existe como es el caso del ‘Depredador’.
Es cierto que es doloroso el momento y que nada va a cambiar el curso de una sanción contra Paolo Guerrero y en ese sentido lavarse la cara para que hacernos la idea de jugar el Mundial sin el ídolo del Flamengo.
Queda como lección no caer en estas celadas del destino. El caso de Paolo queda como un anuncio de que los futbolistas de alta competición deben evitar ingerir alguna inocente bebida.
Queda también como lesión a los dirigentes de la FPF ser drásticos para aleccionar a los seleccionados no caer en las tentaciones de tomar o auto medicarse para que no vuelve a suceder este trance de tristeza nacional.
Y habría que ser también consecuentes con lo que sucede a Paolo. Deber estar destrozado y ser con él solidarios porque se trata de un jugador ejemplar que se entregó a la defensa de la bicolor.
Queda claro que Guerrero no cometió ningún ilícito. No apeló a nada para sacar ventaja. Es una víctima de las circunstancias en que debió ser más cuidadoso. A estas alturas la advertencia no sirve de nada, todo estamos en un lamento colectivo en que el perdedor de todo esto es la selección peruana.
[…] Tristeza nacional (OPINIÓN) […]
[…] Tristeza nacional (OPINIÓN) […]
[…] TAMBIÉN PUEDE LEER: Tristeza nacional (OPINIÓN) […]