BERLÍN.- El presidente electo catalán, Quim Torra, y su antecesor, Carles Puigdemont, escenificaron hoy en Berlín su doble liderazgo, aunque sin revelar ninguna clave del próximo gobierno regional e insistiendo en la necesidad de resolver el conflicto por la vía del diálogo.
Los dos insistieron en una rueda de prensa conjunta en que el gobierno regional catalán debe empezar a rodar de forma inmediata, que no se plantean a priori elecciones anticipadas y que Madrid debe devolver ahora a Barcelona tanto la autonomía política, que quedó suspendida por la aplicación del artículo 155 de la Constitución para restaurar la legalidad, como la financiera.
Puigdemont, que consideró que fue apartado de la presidencia regional catalana de forma «ilegítima e ilegal», aseguró que el Ejecutivo catalán está ahora en «en las mejores manos» y que será Torra quien «tome las decisiones» del futuro gabinete, que deberá ser «fuerte».
Torra, por su parte, indicó que irá a Berlín «las veces que sean necesarias» para hablar con su antecesor, al que llamó el «presidente legítimo» de Cataluña, aunque subrayó que él será quien tome las decisiones hasta que logren la restitución del expresidente.
Avanzó que ambos perfilarán la composición del próximo Ejecutivo regional, en el que Puigdemont «tiene mucho que decir», y en el que ofrecerá a los exconsejeros regionales cesados su restitución.
Torra anunció que una vez tome posesión enviará una carta al presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, para pedirle que «fije día y hora» de una reunión «sin condiciones previas», en la que le exigirá levantar el artículo 155 y la intervención de las finanzas catalanas.
El gobierno español, previa autorización del Senado y con el consenso de socialistas (PSOE) y liberales (Ciudadanos), puso en marcha el artículo 155 de la Constitución española para restaurar la legalidad después de el Parlamento regional catalán aprobase una declaración unilateral de independencia a fines de octubre.
El presidente electo consideró que «no basta con levantar el 155», porque «si el Govern no tiene el control sobre sus finanzas, es una intervención por otros medios y no respeta la voluntad del pueblo de Cataluña» expresada el pasado diciembre en las urnas.
Ambos independentistas coincidieron en la necesidad de abrir conversaciones, basadas en el «respeto mutuo», y que sirvan para buscar «una solución política» a lo que para ellos es «un conflicto que es político» y no un «asunto interno» sino un problema «europeo».
«Ahora pienso que el resto de la Unión Europea ha visto claramente que (la situación en Cataluña) no es un asunto interno, sino europeo, atañe a toda la Unión Europea en muchas direcciones», opinó Puigdemont.
«Es tiempo para actuar» y «la pelota está en el tejado de España», consideró el expresidente, quien dijo confiar en que estos días no lleguen sólo «declaraciones amenazadoras» de Madrid y que el gobierno español aproveche la «oportunidad» para mostrar «que respeta los resultados de las elecciones».
Rechazó especulaciones sobre que esté preparando un adelanto electoral, señaló que todo gobierno aspira a completar su legislatura y que sus comentarios sobre la posibilidad de convocar nuevos comicios a partir del 27 de octubre eran una simple constatación de las «prerrogativas» de Torra.
A este respecto, Torra afirmó que tiene «una voluntad de legislatura» y que su programa «pasa de la restitución» de las estructuras de gobierno afectadas por el artículo 155 «al proyecto de Constitución catalana«.
«Tenemos un horizonte largo, pero hemos de estar atentos a los faros cortos de lo que está pasando en nuestro país, porque no podemos permitir esta degradación democrática», dijo Torra, que indicó que va a poner en marcha un gabinete «fuerte que pueda reaccionar contra todo esto».
Puigdemont señaló asimismo que «todos los gobiernos tienen el propósito de gobernar para todo el mundo» y que no debe «confundirse la legítima orientación política» de un líder determinado con un hipotético propósito de no gobernar para todos.
La rueda de prensa conjunta tuvo lugar horas después de que la Fiscalía de Schleswig-Holstein interrogase hoy en Berlín a Puigdemont en relación a su procedimiento de extradición, ya que el Tribunal Supremo español lo reclama por rebelión y malversación de fondos.
«Fue un interrogatorio habitual en el que se dio la oportunidad al señor Puigdemont de presentar su versión sobre algunos hechos», dijo a Efe la fiscal Wiebke Hoffelner.
EFE