CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Francisco recibió hoy en el Vaticano a 34 obispos de Chile con los que abordará hasta el jueves la gestión de los casos de abusos a menores en el país, después de recibir, escuchar y pedir perdón a tres víctimas.
El encuentro entre el pontífice argentino y los obispos chilenos tuvo lugar a las 16.00 hora local (14.00 GMT) en una sala del Aula Pablo VI del Vaticano, según explicó en un escueto comunicado el portavoz vaticano Greg Burke.
La próxima reunión tendrá lugar en la tarde del miércoles, 16 de mayo, y habrá otra durante el jueves.
En el encuentro de esta tarde el Papa entregó a cada uno de los obispos chilenos el texto con los temas de meditación y, desde este momento y hasta la próxima reunión, se abre un tiempo dedicado «exclusivamente a meditar y orar».
Junto al comunicado la Santa Sede publicó una fotografía del encuentro en la que puede verse a los 34 obispos sentados en un círculo presidido por el pontífice, también sentado pero frente a una mesa en la que hay algunos documentos y libros.
Junto al Papa, vestido de cardenal, se encontraba el canadiense Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
Francisco convocó a los obispos después de haber constatado que fue mal informado respecto al obispo de la diócesis de Osorno, Juan Barros, a quien acusan de saber que el cura, Fernando Karadima, abusó durante años de menores, por lo que fue suspendido de por vida.
El Papa, que hizo obispo a Barros, le defendió públicamente en varias ocasiones, también durante su viaje a Chile, e incluso rechazó su renuncia hasta dos veces convencido de su inocencia a pesar de la insistencia de las víctimas sobre que era un encubridor.
Hace dos semanas, el Papa convocó en el Vaticano para pedirles perdón y escuchar personalmente a Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, tres víctimas de abusos en Chile del cura Karadima y que acusan a Barros de saber lo que ocurría.
Los tres pidieron que varios obispos fueran apartados y acusaron duramente al cardenal Francisco Javier Errázuriz.
EFE