EEUU.- El presidente Donald Trump dispuso recortar fondos de la Administración a las organizaciones y clínicas que promueven el aborto o remiten a los pacientes hacia centros médicos que lo realicen.
Las medidas anunciadas por la Casa Blanca señalan que, antes de proceder al recorte de fondos, la Administración dará la opción a los centros de mantener la percepción de las ayudas en el caso de que decidan renunciar a esa labor.
Las nuevas medidas impulsadas por Trump responden a las demandas de los grupos más conservadores dentro del Partido Republicano, que reclaman un mayor control de las actividades abortivas.
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Aunque las leyes federales actuales ya prohíben destinar fondos a centros que usan el aborto como método de planificación familiar, organizaciones como el Plan Parenthood, la más importante en Estados Unidos, han mantenido esa actividad y recibido hasta la fecha cuantiosas ayudas.
Para los detractores, se trata de un coladero de dinero público que facilita la práctica de abortos. Los partidarios defienden el Plan Parenthood por llevar a cabo una labor que afecta a múltiples ámbitos de la salud y de la familia.
La política que va a aplicar la Administración Trump conecta con la que puso en marcha el presidente Reagan, según la cual los servicios de aborto requerían de una separación física y de personal del resto de las actividades relacionadas con la planificación familiar.
Los partidarios del aborto consideran que en la práctica esta política termina suponiendo una «ley mordaza», al imposibilitar que los cuidadores de esos centros provean a los pacientes de cualquier tipo de información sobre el aborto o sobre dónde recibir ese servicio. (ECHA- Agencias)