RÍO DE JANEIRO (Brasil).- La Defensoría de Río de Janeiro denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la falta de cupos en las Unidades de Terapias Intensiva (UTI) del estado, hecho por el que cada día mueren en promedio tres personas esperando ser atendidas, informaron hoy fuentes oficiales.
La Defensoría decidió acudir a la CIDH por el «trato cruel, inhumano y degradante» que se le da a personas que necesitan «con urgencia» ser internadas en las Unidades de Terapia Intensiva en el ámbito del Sistema Único de Salud (SUS) del estado de Río de Janeiro.
La denuncia, que fue protocolizada este lunes y cuyo contenido fue divulgado hoy por la Defensoría a través de un comunicado, se basó en casos de personas que han tenido que recurrir a la justicia para obtener un cupo en alguna de estas unidades y que aún siguen a la espera o han muerto aspirando a una plaza.
«El estado de salud de estas personas es grave y corren el riesgo de morir si no consiguen las vacantes en la UTI», señaló la Defensoría en la denuncia.
De acuerdo con la Defensoría, en promedio tres personas mueren en la red pública de salud de Río, todos los días, a la espera de camas en las UTI.
Según el Ministerio público, el número de muertes como consecuencia del déficit de vacantes puede ser aún mayor, porque el levantamiento incluye sólo los casos de aquellos que han recurrido a la Defensoría y cuyas demandas ya han sido llevadas a la Oficina Judicial.
En el documento, la Defensoría hizo un llamado para que la CIDH tome las medidas que sean necesarias «para proteger eficazmente» la «vida e integridad personal» de todos los pacientes que necesitan cuidados intensivos.
«A pesar de reconocer el déficit de cupos, las esferas federal, estadual y municipal jamás tomaron providencias» por lo que la denuncia a la CIDH «puede resultar en una condena al Estado brasileño y a que este sea forzado a adoptar políticas para combatir el problema», señaló la coordinadora de Salud y Tutela Colectiva de la Defensoría, Raphaela Jahara (foto), citada en el comunicado.
En la denuncia, que fue enviada a la secretaría ejecutiva de la CIDH en Washington, la Defensoría dijo que todos los entes del Estado son responsables de la falta de camas en las UTI.
Las víctimas señaladas en la denuncia son «la personificación de los miles de brasileños, niños y adultos que, al menos desde el 2010, fallecen en las unidades públicas (estatales y municipales de Río) en razón de la indisponibilidad de camas en el SUS de terapia intensiva», precisa el documento.
De acuerdo con la Defensoría, la situación se ha agravado desde el 2015. El organismo afirma que las transferencias a las UTI se daban hasta 24 horas después de una decisión favorable de la Justicia, pero ahora, la espera puede sobrepasar dos días.
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