A punto de cumplirse 40 años del debut peruano en el Mundial de Argentina 78 los hinchas recuerdan con nostalgia aquella épica jornada de la feliz remontada a Escocia. Fue por 3-1 el triunfo de la bicolor en el estadio olímpico de Córdoba.
El 3 de junio de 1978, el equipo dirigido por el entonces DT de la bicolor, Marcos Calderón, debutó en el Grupo 4 de la cita mundialista integrada por Perú, Holanda, Irán y Escocia. La poderosa Holanda, vigente subcampeona del torneo en aquel entonces, era el cuco del grupo.
El inicio del partido fue de terror para la blanquirroja por el asedio europeo que encontró la ventaja gracias al gol de Joe Jordan (14’) tras un rebote de Ramón Quiroga. Sin embargo, la bicolor se recuperó con paredes, buen toque, “jogo bonito”, y César Cueto con su zurda mágica empató antes del final del primer tiempo.
El festín bicolor se produjo en el complemento. Ramón Quiroga atajó el penal a Don Masson e inició el resurgir con el doblete del “Nene” Teófilo Cubillas: primero con un zapatazo a los 72’ y cinco minutos con un soberbio tiro libre de tres dedos. El gol de Cubillas fue catalogado como uno de los mejores de la cita argentina. Así, selló el triunfo.
El mediocampo con Cueto, Velásquez y Cubillas fue elogiado por la crítica a punto de decirse que fue el mejor mediocampo de la primera fase del Mundial.
Escoceses tuvieron que devolver el carro
El mundial de Argentina 78 no sólo destacó como un fastuoso evento instrumentalizado para tapar los horrores de la dictadura de Videla sino que también por lo que tenía que destacar, el fútbol en sí mismo.
La Argentina de César Luis Menotti brindó el título a su público, Holanda se quedaba otra vez a las puertas del éxito, Brasil había incluido a Perú en su lista de enemigos, España lamentaba una y otra vez el fallo de Cardeñosa y Escocia… protagonizó el fiasco del mundial.
Liderados por el futbolista del momento Kenny Dalglish, que acababa de proclamarse campeón de Europa con el Liverpool y de otros jugadores de primerísimo nivel como Graeme Souness (que también había alzado la ‘orejona’ con los ‘reds’), Bruce Rioch (que había sufrido con el Derby County la primera de las remontadas históricas del Real Madrid en el Viejo Continente), Lou Macari (santo y seña de los ‘reds devils’) o un joven John Robertson (que se convertiría en una de las figuras de aquel Nottingham Forest bicampeón de Europa), la selección de Escocia era una de las llamadas a hacer algo importante en el torneo argentino, pero una vez más volvieron a demostrar el característico mal fario escocés y cayeron a las primeras de cambio por la diferencia de goles.
Escocia en realidad por la calidad de sus jugadores era un tremendísimo adversario para los peruanos que con su juego bonito destrozaron los anhelos del equipo liderado por Kenny Dalglish.
El tiempo ha pasado y aún se recuerda a los escoceses que afectados nada más llegando a Argentina, se avería el bus y tienen que caminar a mitad de una colina.
Para olvidarse de la caminata deciden celebrar a lo grande el cumpleaños del defensa del Aberdeen, Stuart Kennedy, con una noche de borrachera y desenfreno.
Un par de días después disputarían su primer partido ante Perú, donde los escoceses, aún resacosos, se inclinan ante la blanquirroja sin luchar (1-3).
Después del encuentro, Archie Gemmill fue convocado a un control de dopaje, pero el centrocampista del Nottingham Forest estaba deshidratado y es Willie Johnston (West Brom) quien toma su lugar.
Al día siguiente dio positivo por Fencamfamina, un estimulante del sistema nervioso y fue enviado de vuelta a Glasgow. El ambiente en la Tartan Army se iba ensombreciendo y a los jugadores les amenazan con quitar las primas propuestas. Dos días más tarde, un decepcionante empate contra Irán (1-1), hace que se reduzca la cotización de su victoria en el mundial a 33 libras por cada una apostada y que Chrysler retire el patrocinio, teniendo los jugadores que devolver sus coches.
Escocia termina mal con el empate (1-1) ante Irán y la derrota 3-2 frente a los holandeses.