MANAGUA/Nicaragua.- La vicepresidenta nicaragüense, Rosario Murillo, lamentó hoy que continúen «los ataques de odio contra las familias» en medio de la crisis sociopolítica que vive Nicaragua y que ha dejado 83 muertos según Amnistía Internacional.
«Son unos actos de vandalismo incomprensible en nuestra Nicaragua», dijo Murillo, también primera dama, a través de medios oficiales.
Murillo hizo alusión a lo ocurrido en la ciudad de Masaya, 29 kilómetros al sureste de Managua y una de las más golpeadas por la violencia nocturna, ya que la población atacó la sede de la Policía Nacional en represalia porque las fuerzas policiales y «parapoliciales» agredieron a estudiantes atrincherados en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) horas antes en Managua.
La violencia fue aprovechada por saqueadores, por lo que este martes Masaya amaneció con escenas similares a las de una catástrofe.
«Conocimos de esos hechos vandálicos, hechos delincuenciales, hechos de violencia y reflexionamos muchísimo y decimos ¿pero por qué no cumplimos con la comunicación de la Comisión de Diálogo de llamarnos todos al cese de la violencia, llamarnos todos a la paz, al diálogo, a trabajar por la justicia?», inquirió Murillo.
«¿Por qué no cumplimos, por qué seguimos empeñados en destruir, por qué seguimos empeñados en esos ataques de odio a las familias nicaragüenses?», continuó.
Observó que la Comisión Mixta, integrada por tres miembros del Gobierno y otros tres de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, acordó el lunes la reanudación del diálogo nacional de Nicaragua para tratar de poner fin a la crisis.
Ambas partes acordaron cesar de inmediato la represión, el respeto al goce pleno del derecho a la protesta y a la libertad de expresión y la creación de un mecanismo de investigación internacional sobre los hechos de violencia ocurridos.
La Alianza Cívica «reafirmó su compromiso a aunar esfuerzos y enviar un mensaje para la flexibilización de los tranques (bloqueos)», según el documento.
Murillo indicó que a pesar de esos compromisos, en el país continúa la violencia, la agresión y «los ataques de odio de bandas delincuenciales que usan armas de fuego«.
«Eso no se puede entender sino como un crimen de odio, un acto delincuencial de odio y es lo que nos llamamos todos a detener esa violencia y a detener el odio, el resentimiento, el rencor, a vivir como cristianos», anotó.
Asimismo, lamentó que sigan los tranques o bloqueos en carreteras, porque provoca afectación en el derecho al trabajo.
«De verdad son ataques de odio a las familias», insistió Murillo, quien recordó que en Nicaragua, antes del 18 de abril pasado, «no se daba esa violencia delincuencial».
«Todos nos sentimos convocados a seguir pidiéndole a Dios que cesen esos ataques de odio en nuestra Nicaragua y que trabajemos todos juntos para instalar de verdad y de corazón las mesas de diálogo y cumplir con las propuestas que emanan de las mesas de diálogo», apuntó.
Las protestas contra el gobierno del presidente Daniel Ortega comenzaron en abril por unas nuevas fallidas reformas a la seguridad social, y se acentuaron como consecuencia de los manifestantes asesinados durante las protestas.
EFE/Foto: laprensa.com.ni