La minera Southern Copper, del Grupo México, buscará reactivar la actividad minera en la norteña región peruana de Cajamarca, la de mayor pobreza del país, con la explotación de la mina de cobre Michiquillay, cuyo contrato de concesión fue suscrito hoy con el Ministerio de Energía y Minas de Perú.
El yacimiento, que requiere invertir 2.500 millones de dólares para su explotación, está en la misma región donde el proyecto para operar la mina de oro Conga, pendiente de una inversión de 4.800 millones de dólares, está paralizado por un marcado conflicto social, que dejó cinco muertos en 2012.
Entre el 43,1 % y el 52 % de la población de Cajamarca, eminentemente rural, vive bajo el umbral de la pobreza, al vivir con menos de 338 soles (101,4 dólares) al mes, según el último el informe de la evolución de la pobreza monetaria 2007-2017 del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Sin embargo, Cajamarca es junto a la sureña región de Apurímac la región con mayor potencial minero, principal pilar de la economía peruana.
«Cajamarca es una región que a pesar de la minería que se ha desarrollado en los últimos años aún está en niveles de pobreza que no debiera encontrarse actualmente», reconoció el ministro peruano de Energía y Minas, Francisco Ísmodes, durante la ceremonia de suscripción del contrato con Southern.
«El Estado, particularmente a través de este Gobierno, promoveremos que la minería realmente genere un cambio y pueda reducir los niveles de pobreza y las brechas que hoy existen en muchas zonas mineras. Trabajaremos especialmente con este enfoque en Cajamarca», agregó.
Ísmodes recordó que la inversión minera es «fundamental» para Perú, y anticipó que el Gobierno hará un seguimiento muy cercano a Michiquillay para garantizar su éxito.
Prometió trabajar junto a la empresa y la población para promover «un buen diálogo y una buena actividad responsable, que respete los estándares ambientales».
Por su parte, el presidente de Southern Perú, Óscar González, afirmó que Michiquillay tendrá una producción anual de 225.000 toneladas de cobre, lo que a su criterio consolidará la expansión cuprífera de Perú, actualmente segundo producto mundial de este metal.
González aseguró que su compañía utilizará «tecnología punta amigable con el medioambiente» y deseó contribuir al desarrollo de la región como ya lo hace la minera en las sureñas regiones de Moquegua y Tacna con la producción de las minas de Toquepala y Cuajone.
No obstante, Southern tiene paralizado su proyecto para explotar la mina Tía María, en la también sureña región de Arequipa, por las protestas de los campesinos del cercano valle del río Tambo, un conflicto que en 2015 dejó cuatro fallecidos, entre ellos un policía.
En la ceremonia de suscripción del contrato de Michiquillay también participó el viceministro de Minas, Miguel Incháustegui, el director ejecutivo de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Proinversión), Alberto Ñecco, y el gerente general de Activos Mineros, Antonio Montenegro. EFE