NUEVA YORK.- El capo de la Cosa Nostra, Francis P. Salemme (a) «Cadillac Frank«, fue condenado a los 84 años de edad por un asesinato cometido en 1993, dejando su vida apacible en Atlanta bajo un nombre ficticio como parte del programa de protección de testigos.
El jurado lo encontró culpable tras el contundente informe de agentes federales que removieron la tierra de un molino en Providence, Rhode Island, siguiendo el rastro de una macro plantación de marihuana y dieron con los restos humanos del desaparecido dueño de un club nocturno, Steven A. DiSarro.
El cadáver estaba enterrado bajo tierra, madera, escombro y ladrillo. Apareció con una soga atada al cuello y los huesos destrozados.
Meses después del descubrimiento llegó una acusación federal contra «Cadillac Frank» y su exsocio Paul Weadick, un preso de 61 años, por matar a DiSarro para evitar que informara sobre sus actividades ilegales.
Este fantasma sacó del anonimato al capo de la Cosa Nostra de Boston y vengó su alma con un juicio a su antiguo asesino. El mafioso y su socio fueron declarados culpables tras cuatro días de deliberaciones.
Steve Boozang, abogado de Salemme, adelantó que los dos condenados van a apelar y sostuvo que el ex jefe de la mafia se sentía decepcionado, pero que lo lamentaba más por Weadick, que es mucho más joven que él
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Stephen «The Rifleman» Flemmi, el que en su día fue el mejor amigo del mafioso, reconoció al jurado que había sido testigo del asesinato cuando entró en la casa de Francis P. Salemme. Flemmi dijo que vio al hijo del gángster estrangulando a DiSarro mientras Weadick sostenía los pies del dueño del club nocturno y Salemme a su lado.
El hijo de «Cadillac Frank» murió en 1995.
Salemme se inició en las filas de la Cosa Nostra en Boston y en 1973 fue condenado a 15 años en prisión por lanzarle una bomba a un abogado.
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Cuando salió, se convirtió en un “capo”, según una acusación federal. Alrededor de 1991 Salemme se hizo jefe de la familia de Nueva Inglaterra de La Cosa Nostra.
Por esa misma época, Salemme y su hijo entraron como socios secretos en un club nocturno en South Boston. El club de Steven A. DiSarro, un agente inmobiliario padre de cuatro hijos.
Cuando los investigadores comenzaron a cerrar el círculo alrededor de Salemme y otras figuras del crimen organizado, apareció el nombre de DiSarro.
El FBI fue a por el hombre para que colaborara y, seegún los fiscales, Salemme se enteró, y el 10 de mayo de 1993, lo llamó a su casa.
Allí, Francis Salemme Jr., quien murió dos años después producto de una leucemia, lo estranguló.
Pamela DiSarro, la viuda, declaró en el juicio anterior contra Salemme que este le había ofrecido una miserable ayuda tras la muerte de su marido. «Se ofreció a ayudarme dándome 100 dólares», afirmó. (ECHA- Agencias)