BRUSELAS/Bélgica.- El Consejo Europeo este viernes suspendió hasta diciembre la evaluación de los planes del presidente francés, Emmanuel Macron, para relanzar el euro con una reforma de mayor integración bancaria y presupuestaria.
La resistencia de la mayoría de países contribuyentes netos para crear un presupuesto común de la Eurozona y el recelo de Alemania para forjar un fondo de garantía de depósitos europeo ante la delicada situación de la banca italiana determinaron el suspenso de lo que se había anunciado como la gran cumbre para reformar el euro.
Los jefes de Estado y de Gobierno no apoyaron la declaración conjunta de Meseberg pactada ya como acuerdo de mínimos el pasado día 19 por Macron y la canciller alemana, Angela Merkel y limitaron en el comunicado final a «apreciar las contribuciones nacionales, en particular la que presentaron Francia y Alemania».
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Asimismo la vieja aspiración española de crear un fondo de garantía de depósitos europeo como pilar para completar la unión bancaria sigue sin fecha previsible.
«Deben comenzar los trabajos sobre una hoja de ruta para iniciar negociaciones políticas sobre el Sistema Europeo de Garantía de Depósitos», fue lo más que arrancó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, entre otros interesados en fortalecer el sistema financiero.
En cuanto a dotarse de una red de seguridad para hacer frente a crisis bancarias y reforzar el fondo europeo de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (Mede), las conclusiones son de ligero avance.
El documento se limita a pedir al presidente del Eurogrupo, Mario Centeno, trabajar estas dos iniciativas de cara a alcanzar en diciembre un acuerdo.
«Quiero que podamos avanzar con calma porque Europa siempre actúa al borde del precipicio y esta es mi ambición para la zona euro. Las grandes cosas se construyen sin drama y compartiendo una visión común», se resignó Macron.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió que era un «acuerdo de mínimos», que calificó de «insuficiente» desde la perspectiva de España. No obstante, se aferró a que, al menos, no es un retroceso para el euro. (ECHA – Agencias)