MONTEVIDEO.- El Instituto del Niño y Adolescente de Uruguay (Inau) anunció en Montevideo que va a investigar la aplicación de castigos físicos relatados por niños que viven en sus hogares de protección estatal, que fueron registrados en un informe de la Institución Nacional de Derechos Humanos (Inddhh).
«Tenemos ya instalada una comisión con la Institución de Derechos Humanos, un equipo de trabajo que va a dar seguimiento a cada uno de los temas que se plantea en las recomendaciones y aquellos que vayan surgiendo a partir de denuncias», afirmó la presidenta del Inau, Marisa Lindner.
El Inau es el organismo del Estado responsable, entre otras tareas, de acoger a niños y adolescentes cuyos derechos hayan sido vulnerados, como víctimas de maltratos, abusos o abandono por parte de la familia.
El informe de Inddhh da cuenta de que en uno de los hogares del Inau en Montevideo «se han encontrado testimonios de niños, niñas y adolescentes que narran malas condiciones vinculadas a lo disciplinario».
«Relatan la práctica de ‘amarrocamiento’ -dejar al individuo en el suelo con esposas en manos y pies-, dejar internados en el cuarto de contención por varios días como medida de castigo (y) la presencia de operadores policiales en los salones», detalla el documento.
En respuesta, el director del Inau, Fernando Rodríguez, remarcó que «no hay datos fílmicos que comprueben esto», pero que las denuncias de los niños «requieren de la mayor seriedad y esfuerzo», por lo que serán investigadas ya «que son prácticas absolutamente fuera de lo que es el sistema de protección».
«Al día de hoy no nos constan que esas prácticas estén siendo aplicadas en el hogar (por) el método de garantía como filmaciones y cámaras para detectar esas situaciones. Hoy nos consta que no está pasando, pero aun así no nos quedamos con lo que nos consta sino que desarrollaremos investigaciones dado que la denuncia viene por un chico», remarcó Rodríguez.
Además, las autoridades del Inau sostuvieron que se busca «clausurar» los llamados «cuartos de contención», tras la publicación de una foto en el informe en la que se muestra un espacio oscuro con algunas camas cerradas con una reja.
Por otro lado, el documento de Inddhh alerta de «una alta presencia de medicación psiquiátrica en niños y adolescentes que se encuentran en el sistema» y de la propia dificultad reconocida por el Inau en «afrontar crisis emocionales complejas» de los mismos, que muchas veces culminan en episodios de agresión.
«Hay que tener en cuenta que estamos hablando de adolescentes que provienen en general de situación de calle, jóvenes que vienen agredidos y por lo tanto también con ganas de agredir, situaciones que hay que contemplar, que hay que tener niveles de contención, pero esa contención no tiene que ser física, sino psicológica y efectiva», consideró Rodríguez.