VIENA.- El gobierno de Austria, que ejerce hasta diciembre la presidencia de turno de la Unión Europea, propuso crear centros de expulsión en terceros países para albergar a los migrantes , que no tengan derecho al asilo, y retornarlos a sus países de origen.
La iniciativa impulsada por el canciller austríaco, Sebastian Kurz, lleva un paso más allá la propuesta comunitaria de crear plataformas de desembarco en países extranjeros y se debatirá en la reunión que los ministros comunitarios del Interior celebrarán este jueves en Innsbruck (Austria).
Más allá de la dimensión exterior, la presidencia sugiere una idea de dudosa legalidad: definir “límites de capacidad” para la integración de migrantes en los Estados miembros.
Aunque las cifras de llegadas a Europa son moderadas respecto a años anteriores, la migración monopoliza la estrategia política en Bruselas y Austria está decidida a que su presidencia semestral permita redoblar estos esfuerzos.
La presidencia ha remitido un documento a todos los países miembros para preparar la cita de ministros que se produce este jueves en la ciudad austriaca.
El texto, adelantado por el diario POLITICO y al que ha tenido acceso EL PAÍS, propone crear lo que denomina “centros de expulsión” en países ajenos a la UE.
De esta forma, Europa “se aseguraría de que, en caso de decisiones negativas a las solicitudes de asilo, la persona en cuestión abandona la UE y es transferida a su país de origen o posiblemente a un tercer país”, plantea el documento.