Denzel Washington vuelve a rodar con su director de confianza: Antoine Fuqua

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Antoine Fuqua que dirigió a Denzel Washington y lo llevó al Óscar de la mano del feroz y corrupto policía de «Training Day». Casi dos décadas después y en su cuarto trabajo en común, lo convenció para rodar la primera secuela de su carrera: «The Equalizer 2».

«Denzel estableció las pautas desde el primer momento», confesó a Efe el realizador estadounidense (Pittsburgh, 1965), que también dirigió al actor en «The Equalizer» (2014) y la nueva versión de «The Magnificent Seven» (2016).

«Mi trato con él siempre ha sido el mismo. La confianza del uno en el otro es máxima. Claro que intimida. El 2001, cuando estrenamos ‘Training Day’, él ya era enorme. Me senté a tomar un café con él y le dije: ‘¿Quieres ver lo que hemos rodado?’ Y me contestó: ‘No, tú diriges. Avísame para la siguiente escena'», rememoró.

«Aquello», concedió, «fue un enorme voto de confianza».

En «The Equalizer», el personaje de Washington, Robert McCall, un agente retirado especializado en operaciones clandestinas para el gobierno estadounidense, trataba de llevar una vida normal como empleado de unos almacenes de bricolaje.

Sin embargo, tras comprobar los abusos que sufre una joven (Chlöe Grace Moretz) por parte de la mafia rusa, decidía tomar cartas en el asunto y comprobaba que aquel sería su destino: seguir salvando vidas e impartir justicia por su cuenta.

En esta continuación, de estreno el próximo viernes, McCall necesitará toda su destreza para hacer frente a un grupo de asesinos implacables con una relación muy estrecha con su pasado.

«Creo que a Sony le costó un poco convencer a Denzel para hacer una secuela por primera vez, pero la clave radicaba en la calidad del guión», dijo Fuqua sobre el libreto, obra de Richard Wenk. «En la primera parte dejamos guiños al pasado del personaje y la gente quería saber más de él, así que aquí ofrecemos respuestas», agregó.

Una de las partes más destacadas de la trama es la relación casi paternal que establece McCall con un joven afroamericano (Ashton Sanders) que vive en su edificio, a quien anima a seguir esforzándose para convertirse en pintor.

Y, además de orientarle con una serie de consejos vitales, le entrega el libro «Between the World and Me», de Ta-nehisi Coates.

«Ese libro habla de lo complicado que es ser afroamericano en EEUU. Habla de dificultades y estragos, de nuestro lugar en la sociedad hoy día. Denzel fue quien me lo recomendó y aluciné. Es una obra que conecta con la gente y tiene un gran mensaje», explicó el realizador.

Para Fuqua, Washington y McCall poseen similitudes en su forma de ser.

«Las hay, pero solo cuando el personaje no empuña un arma», dijo entre risas.

«La dimensión social de Denzel es increíble. Hoy mismo una joven le contó que hace años descubrió que le había pagado sus estudios, al igual que hizo con otra serie de niños sin recursos. Hoy esa joven es una periodista de CNN. Son cosas que hace en silencio, sin llamar la atención», sostuvo.

Según cuenta Fuqua, Washington aprendió esos gestos directamente de Nelson Mandela: «Un pastor guía desde atrás, no desde la primera línea».

Por eso es tan importante para el director que, a pesar de la acción implacable, la película pivote alrededor de unos personajes ricos y permita la emoción.

«Hubo conversaciones acerca de cortar secuencias que tocan la sensibilidad del espectador y apostar más por la acción, pero para mí es clave tener un impacto emocional. Creo que se puede tener éxito así. En este cínico negocio, a veces olvidamos que la gente va al cine para sentir algo, no solo a ver tiros», declaró.

Su próximo proyecto, si todas las piezas terminan por encajar, será de altura: la nueva versión de «Scarface», todo un clásico del género.

«Quiero hacerla, pero el guión tiene que ser perfecto. Estamos en ello. El mexicano Garrett Dunnet-Alcocer lo está escribiendo. Es un talento especial», afirmó el cineasta, que no sabe si finalmente Diego Luna podrá asumir el papel protagonista ya que dependerá de su agenda de compromisos.

«Es una historia relevante hoy día por lo que está ocurriendo en la frontera. Es horrible cómo EEUU está tratando a los latinos. Es deplorable. Y las declaraciones al respecto del presidente (Donald) Trump son una vergüenza. Por eso hay que hacerla bien y mostrar los verdaderos motivos que explican el por qué pasan estas cosas. Hay que contar la verdad. Espero hacer esa versión», concluyó.

EFE/Antonio Martín Guirado

 

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