MADRID.- El violador asesino, Guillermo Fernández Bueno, fugó con su pareja, una educadora social que trabajó como voluntaria y a la que conoció hace años en la antigua prisión provincial de Santander, cuyas imágenes fueron distribuidas por la policía.
Fernández Bueno condenado a 26 a{os de cárcel, no regresó a la prisión de ElDueso , en Cantabria tras un permiso penitenciario de siete días, beneficio que se le otorgó hasta en 40 oportunidades
Fuentes penitenciarias indicaron a la agencia Efe que la mujer no es empleada pública ni ha entrado en la cárcel de El Dueso para participar en ninguno de los programas de reinserción en los que colaboran habitualmente trabajadores y educadores sociales de forma voluntaria.
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Sí lo hizo en la antigua cárcel provincial de Santander, cerrada en 2009, y en la que ingresó Fernández Bueno para cumplir la condena de 26 años y medio de prisión por asesinato y violación en una cafetería de Vitoria a una empleada de la limpieza el 14 de diciembre de 2000.
En esta antigua prisión santanderina conoció a esta educadora social que después se convirtió en su pareja, condición por la que ha accedido en diversas ocasiones a la cárcel de El Dueso para las comunicaciones concedidas con el interno.
Las fuentes consultadas apuntan a que la huida ha sido planificada entre ambos después de que al recluso le fuera denegado hace unos meses y por segunda vez el tercer grado penitenciario o régimen de semilibertad tanto por parte de la Junta de Tratamiento como por el juzgado de vigilancia penitenciaria.
El preso tiene en vigor una orden internacional de detención por quebrantamiento de condena, por lo que Interpol ha incluido sus datos con notificación roja, el distintivo empleado para solicitar la localización y detención de una persona buscada por las autoridades judiciales de un país determinado o un tribunal internacional.
Las fuentes no descartan que el recluso hubiera aprovechado el permiso de siete días para abandonar España, aunque no se descarta ninguna línea de investigación, insisten fuentes policiales. De hecho, algunos le sitúan en Marruecos.
En los últimos años, el preso había seguido varios programas voluntarios de reinserción como el destinado a los agresores sexuales, otro curso de «vivir sin violencia» y uno de preparación para las salidas de permiso.
En declaraciones a Efe, el portavoz del sindicado ACAIP, Nacho Gutiérrez, dijo a modo de justificación que el preso no se ha fugado de la cárcel sino que ha cometido un delito muy grave al quebrantar el cumplimiento de condena y no regresar de permiso. (ECHA- Agencias)