Edwin Oviedo fue uno de los gestores de la clasificación peruana al Mundial de Rusia 2018 después de 36 años lo que le permitió acumular suficiente crédito como para encenderle velas que ilumine su camino en las siguientes eliminatorias.
Todo lo que hizo con la selección de pronto se desploma a sus pies con un írrito comportamiento post mundial que del glorioso momento al frente de la FPF pasa por el pasamano de la desaprobación por su vinculación con personajes acusados de ponerse el traje menos adecuado ante la opinión pública.
Edwin Oviedo no puede quedarse en la FPF más tiempo. Su permanencia no resiste un día más en la Videna. Se desacredita cada vez que otro audio pulveriza su último aliento de credibilidad y lo hunde en el pozo más profundo de la desconfianza.
Oviedo tiene que alejarse de la FPF porque dinamita las gestiones de convencer a Ricardo Gareca para que continúe con la selección peruana para otra sonrisa camino a Qatar 2020.
Con el terreno fangoso es difícil caminar en medio de alarmas que anuncian un terremoto grado 10 que no dejará nada parado. Y si se puede hacer rezos de prevención, hay que activarlos para que la Videna quede indemne.
La renuncia del Comité Consultivo integrado por Gianfranco Castagnola, Luis Felipe Cantuarias, Alfredo Ferrero y Luis Alfonso Carrera, entre otros, congestiona la salida más adecuada para aliviar la crisis.
Oviedo se va quedando solo ante su terca insistencia de no renunciar ante el alegato de no haber cometido ningún ilícito en la FPF. Puede ser cierto pero debe mirar al costado donde sus audios con el vocal supremo César Hinostroza lo dejan mal parado.
Si todos están despoblando la Videna alguien debe quedar para que al menos le enseñe a Edwin Oviedo la flecha de salida. No hay otra. (Hugo Laredo Medina).