Los senadores argentinos, que debaten si aprueban o rechazan el proyecto de ley de interrupción voluntaria del embarazo, deben defender la ley para que no mueran más mujeres, dijo a esta agencia la integrante del colectivo Periodistas Argentinas, Karina Noriega.
«Hoy los senadores deben votar a favor de la ley porque otorga derechos a las que lo necesitan para no morir y no le quita ninguno a quien decide no abortar, no pueden cercenar nuestra autonomía en nombre de los prejuicios, ni obligarnos a gestar y parir», señaló a esta agencia la periodista.
El Senado argentino decide el 8 de agosto en una jornada histórica si aprueba o rechaza el proyecto de ley que reconoce el pleno derecho de una mujer a interrumpir su embarazo hasta la semana 14 de gestación.
«Mientras se debate la ley siguen muriendo desangradas personas gestantes, hay niñas violadas por sus padres forzadas a parir, métodos anticonceptivos que fallan, decisión adulta de no maternar, y nuestras necesidades no pueden ser vulneradas ni criminalizadas», sentenció la periodista feminista.
El 14 de junio y tras casi 24 horas de debate, la Cámara de Diputados argentina aprobó por 129 votos a favor, 125 en contra y una abstención, la ley que legaliza el aborto y que el 8 de agosto se vota en Senadores.
«La ley va a salir, más temprano que tarde, y no importa cuándo porque nosotras ya ganamos, nos organizamos, tejimos redes, colaboramos, descubrimos la potencia de nuestra fuerza en la calle y un nuevo fuego que ahora nos hace luchar para que el aborto sea legal, mañana será por otros derechos», opinó Noriega.
Última víctima del aborto clandestino
Liliana Herrera murió el sábado pasado en Santiago del Estero por un aborto mal realizado.
Herrera tenía 22 años y dos hijas, vivía en el paraje Las Lomitas, en la provincia de Santiago del Estero (norte), en una casa de adobe y paja y piso de tierra.
El día antes, Liliana Herrera había asistido al cumpleaños de su padre; en un momento se empezó a sentir tan mal que le envió un audio de Whatsapp a su sobrina pidiéndole que llamara a una ambulancia y para que cuidara a sus hijas y a su madre, cuenta el colectivo.
«Su prima rogó en el hospital que le enviaran una ambulancia pero le respondieron que no podían, finalmente un vecino la llevó al hospital de Loreto, que la derivó a un hospital regional constatada la gravedad de su caso», señala la activista.
Liliana Herrera falleció por una infección generalizada.
«Liliana había abortado con yuyos, y en el hospital sentada en una silla de ruedas gritaba de dolor, ya tomada por completo por la infección, recién en la mañana del sábado la intervinieron para sacarle el feto muerto», cuenta Noriega.
Años antes, la hermana de Liliana Herrera también murió por un aborto clandestino.
Un funeral en la plaza
El 7 de agosto se realizó en las puertas del Congreso «funeral colectivo» en homenaje a la última mujer fallecida en Argentina como consecuencia de un aborto clandestino.
«En vísperas de la votación en el Senado, decidimos homenajear frente al Congreso a la última víctima del aborto clandestino en especial, Liliana Herrera y con ella, a todas que no sobrevivieron a prácticas nefastas y desesperadas, a falta de ley», dijo la periodista a esta agencia.
Se convocó a acercarse a la plaza con velas para colocar debajo de su foto donde también fueron colocadas flores frente al lugar donde se decide si el aborto será legal en Argentina o no.
«Con la acción buscamos hacer reflexionar a las y los senadores, de que votar a favor de la ley de aborto legal, seguro y gratuito, es salvar vidas y que la discusión es si es legal o clandestino, porque las mujeres que quieren abortar lo van a seguir haciendo, sea legal o no», dijo Noriega.
Desde 1983 hasta 2018 murieron en Argentina 3.030 mujeres por abortos no seguros, y hay unos 70.000 ingresos hospitalarios por año debido a complicaciones de interrupciones de embarazo clandestinas.
«Necesitamos que los legisladores legislen para ampliar derechos no para recortarlos, y con este santuario en homenaje a las víctimas del aborto clandestino les recordamos que no pueden negociar con nuestra libertad, que sólo nosotras podemos decidir por nuestros cuerpos, y que deben votar por fuera de sus creencias religiosas y en nombre de la ciudadanía», señaló Noriega.
El homenaje a Liliana Herrera fue convocado por el colectivo Periodistas Argentinas junto a otras agrupaciones que ya habían participado de otras acciones.
Una de ellas fue la intervención performática realizada dos semanas antes de la votación en el Senado en la que decenas de mujeres se manifestaron en las puertas del Congreso con vestuarios de gorros blancos y capas rojas, inspirados en la novela el Cuento de la Criada, de la canadiense Margaret Atwood.
Esta novela distópica cuenta como en una sociedad donde los derechos de las mujeres son casi nulos el Gobierno trata a las mujeres como objetos y obliga a las mujeres fértiles a tener hijos que serán criados por las familias más poderosas.
Esta acción logró visibilidad en medios internacionales como The New York Times, Washington Post y Time, entre otros, y se convirtió en símbolo del reclamo por aborto legal. (Sputnik)
Foto: EFE