LOS ÁNGELES (EEUU).- Una corte de apelaciones ordenó hoy al Gobierno de EEUU que prohíba un pesticida agrícola que, según los ecologistas, puede dañar el sistema nervioso de campesinos y consumidores, informó hoy el propio tribunal.
La Corte de Apelaciones del Noveno Circuito de EEUU indicó a la Agencia para la Protección Ambiental (EPA) que debe prohibir el uso del pesticida clorpirifós en los próximos 60 días, lo que supone un golpe a las políticas del presidente Donald Trump, que rechazaban limitar su empleo.
«La Corte terminó con las acciones vergonzosas de la EPA que han expuesto a niños y trabajadores agrícolas a este veneno durante décadas», dijo Marisa Ordonia, abogada de Earthjustice, organización involucrada en el caso. «Finalmente, nuestros campos, frutas y verduras estarán libres de clorpirifós«, agregó.
La EPA prohibió en el 2000 el uso dentro de viviendas de este pesticida, fabricado por Dow Chemical y conocido por el nombre comercial de Lorsban, por ser demasiado tóxico para los niños, pero se mantuvo su empleo como pesticida agrícola para matar insectos en cítricos, almendras y manzanas, entre otros productos.
En el 2007, el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC) y la Red de Acción contra Pesticidas (PAN), con apoyo científico, iniciaron el proceso legal para prohibir el uso de clorpirifós en la producción de alimentos.
Este pesticida ha sido vinculado a daños cerebrales en niños y enfermedades en trabajadores agrícolas.
En los últimos meses del Gobierno de Barack Obama, la EPA estaba concretando los detalles para prohibir el pesticida, pero bajo el mandato de Trump se dio marcha atrás.
El fallo judicial se produce más de un año después de que el anterior jefe de la EPA, Scott Pruitt, revirtiera la propuesta inicial de esa institución gubernamental de prohibir este pesticida.
Esa decisión se produjo semanas después de que Pruitt se reuniera con el jefe de la compañía Dow Chemical.
En ese momento, Pruitt afirmó que los datos científicos sobre el pesticida estaban «sin resolver».
Según Ordonia, los científicos de EPA concluyeron en el 2016 que el pesticida resultaba dañino para los campesinos y podría serlo también incluso para los consumidores.
En la decisión de la Corte publicada hoy por el propio tribunal se asegura que la EPA nunca demostró «con una certeza razonable» que el producto fuera seguro.
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