RIAD.– Bajo un sol abrasador, más de dos millones de musulmanes de diferentes partes del mundo este domingo comenzaron la gigantesca peregrinación anual a La Meca, en medio de un vasto despliegue de seguridad en una Arabia Saudita en plena transformación.
La masiva peregrinación, conocida como hajj, es uno de los cinco pilares del islam de obligado cumplimiento para todos los musulmanes, al menos una vez en la vida siempre que dispongan de medios para hacerlo.
El fervor es de tal magnitud que millones de peregrinos acaban olvidando los 40 grados de calor mientras que el gobierno saudita pone en marcha medidas para la seguridad y orden, debido a que la concentración de multitudes representa un desafío logístico.
Las autoridades también han mejorado la seguridad para evitar dramas como los de los últimos años. En 2015 la peregrinación se enlutó por una gigantesca estampida en la que murieron unas 2.300 personas, entre ellas cientos de iraníes.
«Venir aquí es el sueño de todo musulmán», es «el último viaje», declaró Soliman Ben Mohri, un comerciante de 53 años que reside en Francia.
«Oh Alá, aquí estoy ante ti», repiten grupos de fieles pidiendo clemencia a Dios.
Los peregrinos llegan a La Meca, en el oeste del reino, desde todo el mundo, especialmente de Egipto, India, Pakistán, Bangladesh y Sudán, precisan las autoridades, según las cuales ya son más de dos millones, en su mayoría extranjeros.
Este domingo los fieles fueron a un valle de Mina, donde iban a pernoctar antes de dirigirse al Monte Arafat, momento culminante de la peregrinación.
Fue en ese monte donde, según la tradición islámica, el profeta Mahoma pronunció su último sermón. En el lugar los peregrinos pasan un día rezando y pidiendo clemencia a Alá.
La peregrinación terminará con el Eid al Adha, una fiesta de tres días seguida del ritual de la «lapidación de Satanás».
Con el paso de los años, el hajj fue adquiriendo un cariz cada vez más tecnológico, con múltiples aplicaciones móviles para ayudar a los fieles a comprender las instrucciones, orientarse u obtener atención urgente de la Media Luna Roja saudí.
Además una brigada de traductores ayuda a los fieles que no hablan árabe. (ECHA- Agencias)