WASHINGTON.- Miles de presos este martes empezaron una huelga de alcance nacional, reclamando mejores condiciones de vida, aumento de salarios, restauración de su derecho al voto y vías de libertad condicional.
Los dirigentes prevén que se extienda hasta el 9 de septiembre para llegar a una solución al reclamo de cambios urgentes en las instituciones correccionales, así como camino al diálogo ante esta explosiva situación que atraviesan los centros penitenciarios.
La tasa de encarcelamiento en Estados Unidos es la más alta del mundo: cerca de 2,2 millones de personas estaban tras las rejas a fines de 2016, una cifra que según la organizaciòn estadounidense de defensa de los derechos civiles ACLU representa aproximadamente un quinto de la población mundial de prisioneros.
we worked against our will in a prison woodshop for pennies an hour – today's #PrisonStrike is a call to end exploitation of incarcerated folks 🚫🔨⚙️ to those still inside: we've got your back 💖🌈💕 #August21 https://t.co/JEcTq8CjUt
— Chelsea E. Manning (@xychelsea) August 21, 2018
La huelga -que continuará hasta el 9 de septiembre, según sus organizadores-, coincide con el aniversario de la muerte del activista George Jackson, miembro de las Panteras Negras, quien era uno de los líderes del movimiento de las prisiones en la década del 70.
Además, surge como reacción a un motín mortal ocurrido en abril en la prisión de máxima seguridad Lee Correctional Institution, ubicada en Carolina del Sur.
«Siete compañeros perdieron sus vidas durante un levantamiento sin sentido, que podría haberse evitado si la prisión no hubiera estado tan superpoblada, por la avaricia provocada por el encarcelamiento masivo, y una falta de respeto por la vida humana que está enquistada en la ideología penal de nuestra nación», señaló en un comunicado el grupo de defensores de los derechos de los prisioneros conocido como Jailhouse Lawyers Speak, que lidera la huelga.
«Estos hombres y mujeres están pidiendo condiciones de vida humanas, acceso a rehabilitación, reforma de las sentencias y el fin de la esclavitud moderna», precisa el documento.
Los organizadores recomendaron a los prisioneros adherirse a la protesta con sentadas pacíficas, huelgas de hambre y paros laborales.
La baja remuneración a los presos que trabajan en labores de cocina y limpieza está en lo más alto de la lista de reclamos de los organizadores, que denunciaron estas prácticas como «esclavitud».
Udi Ofer, que lidera la Campaña para la Justicia Inteligente de ACLU, apoyó a los presos y dio respaldo a sus diez reclamos, en especial el derecho a votar.
«Nuestro país es más fuerte cuando los más marginados y directamente impactados por políticas injustas alzan sus voces en protesta y demanda de un futuro diferente», dijo Ofer en un comunicado. (ECHA- Agencias)