SAO PAULO (Brasil).- El expresidente colombiano Ernesto Samper instó hoy al Estado brasileño a que le ofrezca a Luiz Inacio Lula da Silva «todas las garantías» para participar en las elecciones de octubre, tras un encuentro en la celda donde el exmandatario está preso por corrupción desde abril.
«Le pido al Estado brasileño» que «le ofrezca al expresidente (Lula) todas las garantías a las que tiene derecho para competir, en igualdad de condiciones con sus rivales, en las próximas elecciones presidenciales», expresó Samper en una rueda de prensa tras su visita al antiguo dirigente sindical en la ciudad de Curitiba (sur).
Samper también solicitó el envío de «veedores que verifiquen el cumplimiento» del «mandato» emitido por el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que pidió la semana pasada en una decisión no vinculante que Brasil tome «las medidas necesarias» para que Lula «pueda ejercer sus derechos políticos» como candidato presidencial.
«Considero de gran importancia que la Comisión envíe veedores que verifiquen el cumplimiento de su mandato y revise la idoneidad del juicio que se le sigue a Lula», dijo Samper, quien le atribuyó a Lula la condición de «preso político».
«Con su comportamiento están avalando la cada día mayor convicción internacional de que Lula es un preso político y que, como tal, debe ser liberado», completó el exmandatario colombiano, en alusión a «quienes han sometido» a Lula «a un implacable, casi inhumano, acoso judicial y mediático».
Samper detalló que la visita a Lula, quien cumple una condena de doce años y un mes de cárcel por corrupción, fue «un acto de solidaridad personal y política» y que le encontró «sereno, entusiasta y positivo».
«Él no está solo. La comunidad internacional lo acompaña como el arquitecto de la política que convirtió a Brasil en actor mundial», subrayó.
A los militantes que le esperaban fuera de la sede policial donde el exgobernante brasileño cumple su pena, Samper dio un breve discurso, que finalizó con gritos de «Lula inocente», Lula libre» y «Lula presidente».
Pese a su encarcelamiento, Lula (2003-2010), lidera los sondeos de intención de voto a los comicios presidenciales de octubre con un 39% del favoritismo, pero está virtualmente inhabilitado tras haber sido condenado en segunda instancia.
La decisión final sobre la candidatura de Lula la tomará el Tribunal Superior Electoral, que tiene de plazo para pronunciarse hasta el 17 de septiembre, cuando faltarán 20 días para las elecciones más inciertas de la historia reciente de Brasil.
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