La Economía Solidaria y los valores de solidaridad, cooperación y ayuda mutua

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En nuestro país existen tareas de carácter educativo por realizar. Una de ellas está referida al desarrollo conceptual de lo que significa economía solidaria y, en forma paralela, políticas de Estado que permitan su aplicación en consonancia con la realidad económica, social y cultural de la población peruana.

Como punto de partida debemos de subrayar que la economía solidaria “es una economía alternativa centrada en valores”. Surge por voluntad de la colectividad de seres humanos, está dirigida por ella y, consiguientemente, le pertenece. Habría que subrayar que es una economía distinta a la economía del capitalismo y del socialismo de Estado. Tampoco es una economía mixta. Va más allá en sus perspectivas de realización de la persona humana.

Si hacemos un poco de historia vamos a encontrar que la mayoría de sus valores vienen del movimiento cooperativo, de a auto-ayuda, de auto-responsabilidad, se afirma y crece en democracia participativa y en un escenario de igualdad, equidad y solidaridad.

De existir la voluntad de ponerla en práctica, sabiendo lo que significan por resultados de otros tipos de economía. Tendríamos que precisar que su logro requiere antes que nada de un enfoque más profundo de la democracia y que se asocia más con los ethos (el conjunto de actitudes y creencias que caracterizan a una organización o un grupo de personas) de autogestión de las cooperativas de múltiples interesados y trabajadores.

Lo anterior nos lleva a madurar una concepción que rechace el consumismo y el materialismo, de una manera positiva, centrándose en la calidad en lugar de la cantidad.

Afrontar una definición en términos constructivos, también representa tener que reconocer que su definición rigurosa de “economía solidaria” es sujeto de controversias.

Hay quienes consideran que la misma se refiere a las estrategias de actuación que buscan la abolición o al menos a la radical modificación del capitalismo como sistema económico predominante, así como a la eliminación o modificación de las relaciones socio-laborales opresivas que, aunque se niegue, todavía se advierte en diferentes escenarios de la realidad nacional.

Decíamos la importancia que tiene un proceso educativo respecto al tema de la economía solidaria, de manera horizontal y dialogante, que nos lleve a entender por qué el concepto de economía solidaria se refiere y engloba a las estrategias propias del humanismo integral, que ubique al centro los valores de solidaridad, cooperación, ayuda mutua, reciprocidad, equidad, responsabilidad participativa, entendiendo la trascendencia de la solución de los problemas sociales y económicos que requiere la persona, la familia y la colectividad en su conjunto. (rma)

 

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