LA PAZ (Bolivia).- El presidente de Bolivia, Evo Morales, lanzó hoy un llamamiento a superar las diferencias entre países para avanzar en la integración en Suramérica, ante retos como la inmigración procedente de Venezuela o la crisis económica en Argentina que preocupa a todo el Cono Sur.
Evo Morales ofreció una larga comparecencia ante los medios en La Paz, de alrededor de una hora, en la que abordó cuestiones como la crisis en la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú anunciaron el pasado abril, justo cuando Bolivia iniciaba la presidencia de turno del organismo, que dejaban la Unasur por desacuerdos en su funcionamiento.
Morales se preguntó «cómo es posible que algunos presidentes de gobiernos intenten acabar con Unasur».
Por contra, apostó por «encaminar el organismo, a través de una agenda de consensos» con la que superar las diferencias.
«En cualquier región del mundo, en cualquier continente, hay diferencias, pero por encima (…) debe estar la integración», argumentó.
En este contexto, el mandatario se refirió a la reunión ayer en Quito en la que once países latinoamericanos acordaron mantener la asistencia humanitaria a venezolanos que salen de su país, sin que la seguridad trasnacional se vea comprometida, una postura que no apoyó Bolivia.
El presidente boliviano saludó el acuerdo alcanzado en Quito, en esa línea de promover consensos.
Sin embargo, lamentó la «restricción» a la inmigración que ejercen algunos países en vez de facilitar la integración regional mediante la «ciudadanía universal» que promueve el Gobierno boliviano.
Igualmente, expresó la preocupación de su Ejecutivo ante la crisis económica en la vecina Argentina, como días antes ya manifestaron otros países del Cono Sur.
El Gobierno de Mauricio Macri definió el lunes nuevas metas económicas y se reestructuró con fuertes ajustes ante la difícil situación que atraviesa el país, por la inestabilidad del tipo de cambio y la incertidumbre en los mercados.
Evo Morales repitió su discurso de que el desplome del peso argentino, con una caída del 98% frente al dólar en lo que va de año, lleva a muchos argentinos en zona de frontera con Bolivia a preferir como moneda el boliviano.
En cambio, advirtió de que en el lado de la frontera en Bolivia «no hay mucho movimiento económico, hay desempleo», al caer el comercio con Argentina, por lo que el Gobierno boliviano ya comenzó a ver hasta dónde afecta a su economía.
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