La derrota peruana ante Holanda dejó pequeños estragos y de ninguna manera motivos para entrar en pánico tratándose de un amistoso que busca ajustar las piezas para venideros compromisos.
Holanda sin la jerarquía de cuando era la temible ‘Naranja Mecánica’ se hizo fuerte para darle la vuelta al score más por defecciones defensivas nuestras que atributos del rival.
El equipo peruano de estar cabalgando a placer en la grupa del caballo se apeó del transporte y trastocó lo que era un triunfo reconfortante en una derrota que deberá atender las buenas cosas que dejó el pasado bajo la gestión del propio Ricardo Gareca.
Es decir la obligación pasa por mejorar todo lo bueno que ocurrió hasta el Mundial de Rusia 2018 y las herramientas que servirán para ser mejores con objetivos ya delineados como la Copa América del 2019 en Brasil y las eliminatorias para el Mundial de Qatar 2022.
El partido ante Holanda dejó muy claro que los goles encajados en el arco de Pedro Gallese fue producto de las distracciones defensivas que desembocaron en los dos goles de Memphis Depay.
Cierto es que el equipo peruano se desarmó con los ingresos de Sandoval, Calcaterra, Peña y Abram pero estos partidos de simulación tiene la frutilla que permite probar jugadores.
Ricardo Gareca probó, arriesgó y perdió con la decisión tomada que supone obviamente de obtener un mejor resultado. Pudo ser posible si Josimar Yotún, anota en el arco de Jasper Cillessen en la primera opción de gol de la bicolor.
Luego el tanto de Pedro Aquino dejó cierta tranquilidad pero está probado en el fútbol que todas las ocasiones de gol deben concretarse.
No se puede perdonar porque de lo contrario el rival crece, propone y se aprovecha de todas las ventajas del adversario y queda como moraleja aquello de camarón que se duerme amanece en el chifa.
Holanda guarda todavía ese respeto de haber sido subcampeón del mundo en tres ocasiones algo que a Perú le falta para tener mejor presencia mundialista.
Ronal Koeman tiene el encargo de rescatar el poderío de la Oranje que empezó con Rinus Michel, el propulsor del fútbol total que tuvo la idea y la propuesta clara de ser el campeón del mundo pero ese trofeo todavía no está en las vitrinas de la Federación de Fútbol de Holanda.
(Hugo Laredo Medina).