BRASILIA.- El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, preso político hace 166 días, anticipó este miércoles que la justicia del pueblo »será hecha en las urnas» en las elecciones convocadas para el próximo mes de octubre.
Por segunda vez en el transcurso de esta semana, Lula difundió este miércoles un breve mensaje escrito de puño y letra en la Superintendencia de la Policía Federal (PF) en la ciudad paranaense de Curitiba, donde permanece encarcelado desde el pasado 7 de abril.
La nota destaca que la encuesta de intención de voto difundida ayer por el Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística (Ibope), colocando en segundo lugar al candidato de la coalición el Pueblo feliz de nuevo, Fernando Haddad, muestra que los esfuerzos de la red Globo son insuficientes para contener la voluntad popular.
Subraya además que en la medida en que Haddad recorre el país las pesquisas van reflejando la memoria viva del pueblo brasileño sobre lo que fueron los más de 12 años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).
En un mensaje anterior, Lula llamó a redoblar los esfuerzos en las tres semanas que faltan hasta la elección, el 7 de octubre, y tocar de puerta en puerta recordando a la ciudadanía ‘el Brasil que construimos juntos’.
La víspera, y después de visitar al exdignatario en su prisión, el diputado federal del PT Wadih Damous manifestó que Lula quiere que los tribunales superiores juzguen su proceso y reconozcan su inocencia y no un supuesto indulto.
En los últimos días, recordó el diario digital Brasil 247, la prensa alineada al golpe parlamentario-judicial y mediático perpetrado contra la exmandataria Dilma Rousseff en 2016 viene cuestionado una presunta decisión de Haddad de indultar a Lula en caso de ganar las elecciones.
El propio Haddad reiteró en declaraciones a la radio CBN y al portal G1 que no concederá ningún perdón judicial al expresidente brasileño, quien -remarcó- no va a renunciar al derecho de defender su inocencia.
Lula es el primero en manifestar que no quiere favores (de la justicia), sino que los tribunales brasileños y los fórums internacionales reconozcan que fue víctima de un yerro judicial, enfatizó el candidato presidencial petista.
El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado por el Tribunal Regional de la Cuarta Región (TRF-4), con asiento en la ciudad de Porto Alegre, a 12 años y un mes de cárcel por los presuntos delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero.
Abogados de la defensa del exgobernante cuestionaron desde el comienzo mismo el proceso judicial que, alegan, nació violando el precepto del juez natural, pues los ilícitos fueron supuestamente cometidos en el Estado de Sao Paulo y el caso cayó en manos del juez federal Sergio Moro, que radica en Curitiba, Paraná.
Según los defensores, Lula fue víctima del lawfare -el uso indebido de los instrumentos jurídicos con fines de persecución política, destrucción de la imagen pública e inhabilitación política- con el propósito de excluirlo de la elección presidencial, para la cual todas las encuestas de intención de voto lo daban favorito.