BOGOTÁ (Colombia).- El expresidente peruano Alejandro Toledo y los hijos del exmandatario panameño Ricardo Martinelli fueron los más beneficiados por la trama de corrupción de Odebrecht en América Latina, según recoge el periodista colombiano Jorge González en su libro «Odebrecht, la historia completa».
Así lo señala González a lo largo de casi 200 páginas en las que desgrana la forma en la que la constructora brasileña operó en Colombia, Perú, Ecuador y Panamá para tejer el entramado de corrupción más grande de la región.
Con la inspección de folios judiciales y entrevistas a periodistas, fiscales y jueces, el autor de la obra, editada por Penguin Random House bajo el sello Aguilar, logró describir la forma en la que Toledo y los hermanos Martinelli recibieron millonarias sumas de dinero.
«En Perú, la prensa logró determinar el crecimiento injustificado patrimonial de Toledo y a partir de las pesquisas de la prensa se llegó a saber que el patrimonio de Toledo provenía en su gran medida del cobro de 35 millones de dólares que hizo el 4 de noviembre del 2004 en una reunión privada con Marcelo Odebrecht en un hotel en Copacabana (Río de Janeiro)», manifestó González en una entrevista con Efe.
Según relata en su libro, la suegra de Toledo, Eva Fernenbug, sirvió como testaferro para que el exmandatario comprara en enero de 2013 una mansión por 3,7 millones de dólares en un sector acomodado de Lima con dinero proveniente de los sobornos de la compañía brasileña.
Los pagos de Odebrecht se hicieron a cambio de que le fuera adjudicada la construcción del Corredor Vial Interoceánico Perú-Brasil, «una obra colosal que terminaría costando 4,233 millones de dólares», agrega el autor.
En el apartado en el que González reconstruye las acciones de Odebrecht en Perú también describe la forma en las que los expresidentes Ollanta Humala, Alan García y Pedro Pablo Kuczynski se vieron implicados por su relación con esa multinacional.
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De igual forma, el periodista explicó cómo los hermanos Ricardo y Luis Enrique Martinelli Linares llegaron a recibir más de 50 millones de dólares, mientas que funcionarios del Gobierno de su padre, el expresidente Ricardo Martinelli, como los exministros Frank de Lima, Demetrio Jimmy Papadimitriu y José Domingo Arias recibieron otras sumas de dinero.
«La exigencia inicial de los Martinelli fue de seis millones de dólares», señala el libro en su capítulo «El breve esplendor de la familia presidencial», en el que además asegura que las coimas por otras tres obras ascendieron a 49,4 millones de dólares.
Por el caso los hermanos Martinelli fueron pedidos en extradición a EE.UU. por la Fiscalía panameña en abril pasado, lo que se suma a la solicitud que hizo a la Interpol en enero para su captura.
González también abrió espacio para analizar la situación en Colombia, donde aseguró que existe «una legislación ficticia y poco operativa» llena de obstáculos que impide a jueces y fiscales «llegar al cometido de obtener pruebas plenas» para juzgar a las máximas cabezas del entramado.
«El día en que nos animemos a llegarle al presidente de la República, a un ministro de Estado, lo más alto posible, ese día la suerte será muy otra», afirmó González, quien dijo sentirse «preocupado» y «dolido» por lo que ha ocurrido en el país con las investigaciones por corrupción.
En Ecuador, el periodista escarbó en las pruebas que incriminaban al exvicepresidente Jorge Glas y al excontralor general Carlos Pólit con el cobro de 33.5 millones de dólares en sobornos para que la compañía volviera a operar en el país años después de ser expulsada.
La introducción, uno de los plus del libro, fue una entrevista con el juez Sergio Moro, clave para descubrir el escándalo «Lava Jato», de donde se desprendió la red de corrupción de Odebrecht, y quien envió a prisión al expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
«El juez Moro da una lección a los jueces de nuestros países, de nuestro subcontinente, en cuanto al sentido de lo que él entiende como el concepto de pragmatismo en la aplicación de justicia», señaló.
González, quien ha recibido llamadas de jueces y entidades para ofrecer información que pueda ayudar en las investigaciones, afirmó que entre sus planes está una segunda edición del libro que abarque la participación de Odebrecht en México y Argentina, aunque no descarta Venezuela.
«Con el estado de cosas en Venezuela, con el régimen opresivo y obstructor que hay, esa sería un poco una tarea quijotesca, sin embargo no descarto que ese ejercicio haya que hacerlo», afirmó.
El periodista agregó que Argentina merece un capítulo solo, al igual que México, donde hay «una tradición de valores culturales inmensa, pero proporcionalmente comparable a las dimensiones de la corrupción».
EFE/Daniel Suárez Zarta
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