LONDRES.- La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, apostó hoy por crear un frente en el Parlamento británico que rechace un mal acuerdo sobre la futura relación entre el Reino Unido y la Unión Europea (UE) tras el «brexit», lo que permitiría extender las negociaciones para lograr un mejor pacto.
Durante un discurso pronunciado en la Academia Real de las Artes de Londres, Sturgeon señaló que el gobierno de la conservadora Theresa May no debe poner a los parlamentarios ante la «falsa elección» de elegir un mal acuerdo o dejar que el país abandone el bloque común sin una salida negociada.
«Si el gobierno del Reino Unido regresa al Parlamento con un mal acuerdo o uno poco detallado, votar en contra es la única oportunidad que tendrá el Parlamento de Westminster para restablecer las negociaciones y volver a pensar antes de que sea demasiado tarde», apuntó la líder escocesa.
Por ello, matizó, «es el momento de unirnos en una coalición de sentido común que minimice el daño del ‘brexit'».
«Nos están amenazando con fuego, para hacernos elegir la sartén», dijo en alusión a las opciones que defiende el gabinete de May, pero, según sostuvo, «hay otras opciones disponibles».
Entre ellas, Sturgeon mencionó la permanencia en el mercado único y la unión aduanera, y la posibilidad de que se convoque el llamado «People’s Vote», un segundo referéndum para decidir sobre la salida definitiva o la permanencia, una vez se conozcan los términos de la retirada de la UE, prevista para el 29 de marzo de 2019.
Sin embargo, puntualizó que este último escenario, que los 35 diputados del Partido Nacionalista Escocés (SNP) en Westminster apoyarían, «no necesariamente protegería a Escocia del mismo resultado que en 2016», cuando la región votó mayoritariamente (un 62 %) a favor de la permanencia en el bloque común.
Coincidiendo con su discurso, el Ejecutivo regional ha publicado un documento que analiza las propuestas del gobierno británico y defiende la membresía en los dos espacios europeos de libre comercio.
«Por supuesto, estas opciones alternativas pueden requerir más tiempo y, por lo tanto, una solicitud para ampliar el Artículo 50, pero seguramente será preferible a seguir adelante de manera imprudente y perjudicial», añadió.
Abundó así en la propuesta, que ya hizo a May hace un mes y que esta rechazó de pleno, acerca de extender el plazo de las negociaciones con los líderes europeos si, como todo parece indicar a dos días de que se celebre la próxima cumbre europea en Bruselas, no se está cerca de pactar la futura relación bilateral.
«Sea lo que sea lo que la Cámara de los Comunes tenga que votar más adelante este año, no será la propuesta de Chequers«, que contempla un mercado común de bienes británico-comunitario con equivalencia regulatoria, que tanto Bruselas como parte de los miembros del Partido Conservador han desestimado.
Sturgeon llamó a votar en contra de tal propuesta «como una forma de obtener un mejor acuerdo sobre la mesa», que evite que tanto los negocios como los ciudadanos queden «en la oscuridad».
Respecto al asunto más espinoso de las negociaciones, la voluntad de mantener una frontera invisible entre las dos Irlandas, Sturgeon dijo que su Ejecutivo no hará nada «para impedir que Irlanda del Norte logre una relación especial con la UE, si eso es lo que se requiere» para preservar los Acuerdos de Paz del Viernes Santo.
Eso sí, subrayó que, si finalmente la opción de que esta región británica permanezca en el mercado común se impone -a lo que se oponen parte del gobierno de May y de los unionistas del DUP que lo sostienen-, Escocia debería tener también «un acuerdo similar» para evitar encontrarse en «una grave desventaja económica».
La líder independentista repitió que cuando se conozcan a fondo los detalles de la ruptura con la UE dará «su visión» sobre la posibilidad de que Escocia celebre un segundo referéndum de independencia, después de que en 2014 el 55 % optase por la permanencia en el Reino Unido.
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