BRASILIA.- Los mandatarios de Chile, Colombia y Perú, cuyos países son parte de la Alianza del Pacífico y al mismo tiempo están asociados al Mercosur, han faltado a la cumbre que hoy reúne a los líderes de Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Venezuela en Brasilia.
La Alianza del Pacífico, que completa México, ha coqueteado en los últimos tiempos con el Mercosur con vistas a una posible integración entre ambos bloques, un asunto sobre el que hubo quien conjeturase que podría estar sobre la mesa en esta cumbre.
A la XLVIII Cumbre del Mercosur también fueron invitados los presidentes de los otros cuatro Estados asociados al bloque, que son Ecuador, Surinam, Bolivia y Guyana, aunque sólo los mandatarios de los dos últimos asistieron.
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, rebajó a mínimos la representación de su país, que fue asumida por la embajadora en Brasilia, Patricia Cárdenas, mientras que el peruano, Ollanta Humala, envió a la diplomática Marcela López Bravo, que ocupa el cargo de coordinadora nacional de Perú para el Mercosur.
El Gobierno de Chile, por su parte, tomó una decisión inusual y delegó esa responsabilidad en su ministro del Interior, Jorge Burgos, cuyo cargo parece ajeno a los asuntos externos del país.
Burgos asiste en lugar de la presidenta Michelle Bachelet, que tampoco pudo enviar a su canciller, Heraldo Muñoz, pues éste debía viajar a Washington para asistir a una reunión del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP).
La ausencia de Bachelet en la cumbre resulta paradójica dado que Chile es uno de los más firmes impulsores de la convergencia entre la Alianza del Pacífico y el Mercosur.
Incluso la propia mandataria ha intentado convencer a sus socios de que la región vive un «momento histórico» para sentar las bases de la unidad entre ambos bloques.
Dentro del Mercosur, Brasil, Uruguay y Paraguay también desean una aproximación con la Alianza del Pacífico para ampliar sus horizontes comerciales, aunque enfrentan ciertos «recelos ideológicos» de Argentina y Venezuela. Alba Santandreu
Hasta el momento ambos bloques tan sólo han conseguido definir una «agenda corta», que incluye algunos objetivos concretos como la facilitación del comercio, la certificación electrónica o el libre tránsito de ciudadanos por los países de los dos grupos.
Con una economía en recesión, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha aprovechado el pequeño acercamiento entre ambos bloques y les ha hecho un guiño a los países del Pacífico con el lanzamiento de un plan para estimular las exportaciones de su país.
Chile, Colombia, Perú y México han sido incluidos en los países «prioritarios» de ese plan, que apunta a diversificar y ampliar las exportaciones de Brasil, que el año pasado cerraron en rojo por primera vez en catorce años.
Esa intención de Brasil de buscar ampliar los horizontes para sus productos y servicios en el exterior no significa, según ya aclaró la propia Rousseff, marginar a los socios del país en el Mercosur.
La cumbre de Brasilia representaba una oportunidad para que los mandatarios de ambos bloques se sentaran cara a cara, dialogaran sobre posibles frentes de cooperación y limaran diferencias entre los dos mecanismos latinoamericanos.
No obstante, la baja de Santos, Bachelet y Humala aplazará para otra ocasión un posible encuentro entre los miembros suramericanos de la Alianza y el Mercosur, dos bloques que en conjunto representan más del 80% del comercio exterior de América Latina y algo más del 90 % del PIB regional, según datos de la CEPAL. ♦
La mandataria brasileña Dilma Rousseff (i) recibe su homólogo de Venezuela Nicolás Maduro (d) hoy, viernes 17 de julio, para la reunión del bloque Mercosur en el Palacio del Itamaraty en Brasilia (Brasil).EFE/Fernando Bizerra Jr.