LOS ÁNGELES.- La lucha demócrata en EEUU para recuperar el control de la Cámara de Representantes se concentra en veinticinco distritos en poder de congresistas republicanos, pero en los que Hillary Clinton obtuvo más votos que el presidente Donald Trump en las elecciones de 2016.
Con 194 escaños actualmente, el partido demócrata necesita sumar 24 para lograr la mayoría (218), algo que no sucede desde las elecciones de medio término del 2010.
Las esperanzas de los demócratas de retomar el Congreso acrecentaron en 25 distritos donde los votantes respaldaron a Clinton, incluso hasta en 28,2 puntos porcentuales por encima de Trump.
Siete de estas curules están en California, cuatro en Pensilvania, tres en Texas y los otros 11 puestos se reparten entre diez estados.
También se da la circunstancia de que ocho de los congresistas titulares no buscan la reelección. En 24 de los 25 distritos, las encuestas dan más oportunidades a los demócratas, aunque por muy pocos votos de diferencia.
La excepción en esta batalla es el Distrito 24 de Nueva York, donde -según una reciente encuesta de la Universidad de Syracuse- el actual congresista republicano John Katko probablemente gane a la demócrata Dana Balter.
«Las mujeres y los jóvenes son más susceptibles a tener voto diferenciado; muchos pudieron optar por Clinton porque no querían a Trump pero siguen siendo republicanos y apoyaron a su congresista», explicó a Efe Octavio Pescador, investigador y politólogo de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA).
También de acuerdo con las encuestas, en California los republicanos no tienen un camino fácil.
Un ejemplo es el actual congresista Jeff Denham, que perdería ante su rival Josh Harder. El último sondeo del New York Times ubica a Harder como ganador por 47 % en el distrito agrícola del Valle Central.
En el sur del Estado Dorado, los actuales congresistas Steve Knight, del Distrito 25; Mimi Walters, del 45, y Dana Rohrabacher, que representa al Distrito 48, están viendo tambalear sus escaños.
Los tres se han distinguido por defender a capa y espada a la Administración Trump. También han sido objetivo de las campañas de defensores de inmigrantes que han movilizado a un gran número de voluntarios para motivar al voto.
Pescador asegura que en estas áreas el voto de los jóvenes podría impactar los resultados.
El catedrático advierte que ahora son más los jóvenes hispanos con capacidad de votar que los blancos mayores de 50 años, incluso en sectores tan conservadores como el Condado de Orange, donde está el distrito de Walters y de Rohrabacher.
Entre los legisladores que decidieron retirarse en California están Ed Royce y Darrell Issa.
«Hemos golpeado casi todas las puertas de este distrito (el 39) y creo que las posiciones han ido cambiando», dijo a Efe, Gil Cisneros el candidato demócrata que pretende ocupar el puesto de Royce.
En Florida, la republicana Ileana Ros-Lehtinen también dijo adiós en el distrito 27. La última encuesta encargada por el New York Times da como ganadora allí a la demócrata Donna Shalala, con un 44 % de intención de votos.
La conservadora Maria Elvira Salazar se queda rezagada con un 37%.
También en Florida, el republicano Carlos Curbelo defiende su puesto en el distrito 26 frente a Debbie Mucarsel-Powell. Clinton se impuso a Trump por 16,1% en estos vecindarios. Los pronósticos hablan de un empate técnico.
Pescador cree que estos bastiones republicanos han sido erosionados especialmente por los votos de hijos de inmigrantes.
«Esta movilización de los ‘bernistas’ (en alusión al senador por Vermont Bernie Sanders) y milenios contra las posturas de Trump está ayudando a los demócratas, y serán definitivos este martes y en elecciones futuras», subrayó el investigador de UCLA.
En Arizona, otro duro golpe a los republicanos se dará en el segundo distrito, donde los sondeos se inclinan por la liberal Ann Kirkpatrick para el asiento que deja Martha McSally.
De los 25 distritos objetivo de los demócratas cuatro están en Pensilvania. Estas áreas no estaban delimitadas en 2016 y se crearon después de que la Corte Suprema del estado dictaminara que los distritos estaban inclinados a favor de los republicanos.
El rediseño aumentó de dos a cuatro las zonas electorales donde los demócratas son mayoría.
En Texas, la batalla se centra en las curules de los legisladores republicanos Pete Sessions y John Culberson.
Los demócratas pisaron el acelerador en las últimas horas para sacar a sus votantes y alcanzar la mayoría de la Cámara Baja.
«Esta podría ser la elección de medio término con más votantes en la historia, y eso le daría un impulso a la democracia en este país», vaticinó Pescador.
EFE/Foto: jornalopcao.com.br