NUEVA YORK.- En su tercera jornada de testimonio, Jesús “El Rey” Zambada reveló los planes de Joaquín “ Chapo” Guzmán para asesinar a siete de sus rivales y a José Luis Santiago Vasconcelos, de la Procuraduría General de la República (PGR) que estaba al frente de la política antidroga.
Entre los objetivos citó al mafioso Julio Beltrán, a Roberto Velasco, un policía que trabajaba para los Beltrán Leyva, y Rodolfo Carrillo Fuentes del clan rival de Juárez, simplemente por negarle la mano.
El intento de asesinato de Vasconcelos, que murió en un accidente de avioneta en 2008 por un fallo humano, según la investigación, se produjo a mediados 2005, de acuerdo con Zambada, pero nunca se llevó a cabo.
“El Chapo quería matarlo”, afirmó en referencia al subprocurador especializado en delincuencia organizada. Le pidieron ser parte del operativo, para ayudar a localizar al zar antidroga y facilitar protección a los “pistoleros” que se utilizarían.
Pero le surgieron dudas sobre el objetivo cuando habló con el sicario a cargo de la operación. “Hablé luego con El Azul -Juan José Esparragoza- y le dije que no quería ayudar”.
“No me pareció justo matar a un civil inocente”, dijo el también hermano de Ismael El Mayo Zambada, “por no aceptar sobornos”. “No trabajaba para nadie”, añadió Zambada, “era un simple policía”.
Logró así convencer en su conversación con Juan José Esparragoza Moreno (a) El Azul que la operación propuesta acabaría perjudicando a todos los miembros del cartel. “Me dio la razón”, señaló ante los miembros del jurado, y así le transmitió el problema a los otros líderes. También citó un posible segundo intento por parte de Nacho Coronel, pero sus sicarios fueron arrestados.
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Este lunes el interrogatorio se centró en contar como El Rey se fue ganando la confianza de El Chapo, al que le hizo incluso de suministrador de cocaína colombiana.
Entre los asesinatos que ordenó Guzmán, de acuerdo con el cooperante de la fiscalía, se encuentra la de Roberto Velasco, un policía que trabajaba para los Beltrán Leyva. “Era muy peligroso”, indicó, “estaba atacando a gente de El Chapo”. Lo mataron en un aparcamiento.
Otra operación se centró en José Nemesio Lugo Félix, un funcionario en la división de análisis, planificación e información dentro de la PGR. Jesús Zambada dio a entender que este alto cargo estaba a sueldo también de los Beltrán Leyva.
El asesinato, en un semáforo, se produjo cuando la guerra interna en el cartel tomaba cuerpo. Según el testigo, iba cantando a los cuatro vientos que quería arrestar o asesinar tanto a Joaquín Guzmán como a Ismael Zambada. “Arturo Beltrán Leyva estaba muy enfadado”, dijo, “me pidió explicaciones”.
La última vez que Zambada vio al Guzmán fue al inicio de 2007, en las montañas de Sinaloa. Entonces discutieron iniciar una guerra abierta con los Beltrán Leyva. La desconfianza empezó tras un cargamento incautado desde Panamá. (ECHA- Agencias)