Este mes de noviembre pasará como el más difícil para el ejercicio libre del periodismo en Estados Unidos de América, pues la estrategia de atacar y desacreditar a los hombres de prensa y a los medios de comunicación, iniciada por Donald Trump desde cuando era el aspirante a candidato republicano en el 2015, ha mostrado su peor rostro el día 7 de este mes.
Un pequeño incidente que ha escalado a términos mayores, amenaza con hacer trizas la larga tradición de respeto a los medios de comunicación y a los periodistas en este país.
Ese día, se celebraba una habitual rueda de prensa del presidente Trump, en la Casa Blanca, y le tocó el turno a Jim Acosta, corresponsal jefe de la cadena CNN, para formular preguntas al mandatario. La primera fue por qué Trump usaba la palabra “invasión” para referirse a la caravana de inmigrantes centroamericanos, y la segunda sobre la investigación de la “trama rusa” en las elecciones de 2016.
A Trump no le gusta que le toquen estos temas. Se exalta, pierde los papeles. Y ese día, según funcionarios de la Casa Blanca, estaba de muy mal genio por el resultado adverso en las elecciones de medio término.
Por eso, preguntarle sobre inmigración y la “trama rusa” era picarlo. Y pues, las preguntas sobre esos temas se las hizo el corresponsal de CNN.
Por eso, cuando el periodista tomó asiento, Trump le espetó: “Eres un malcriado, una persona horrible. No deberías trabajar para CNN. Tu deberías irte del país, dejar CNN y la cadena tendría más “rating” sin ti”. Parece que Trump no está informado que Jim Acosta ha nacido en Washington.
Y agregó, ya fuera de sí: “Cuando tu reportas noticias falsas por CNN, eres un enemigo del pueblo”.
Acosta, quien tenía el micrófono y su teléfono grabando la rueda de prensa, intentó repreguntar al presidente, pero fue abordado por una interna, que trabaja en la Oficina de Prensa, quien quiso arrebatarle el micrófono. Hubo un forcejeo, y eso fue suficiente para que Sarah Huckabee Sanders, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, pidiera tanto al jefe del gabinete y otros funcionarios retirar la credencial al periodista. Un agente del Servicio Secreto lo hizo.
En vista de ello, un caso inaudito en la historia de Estados Unidos, CNN demandó a los funcionarios de la Casa Blanca, comprometidos en ese incidente, ante el juez federal del distrito de Columbia, Timothy Kelly, quien llevó a cabo una audiencia, el 14 de noviembre, en la que falló a favor del demandante y ordenó que le restituyeran su credencial a Jim Acosta, porque había sido privado de sus derechos garantizados en la Quinta Enmienda de la Constitución.
Además, el fallo reconoce que Jim Acosta debe mantener su condición de corresponsal jefe de CNN ante la Casa Blanca.
La demanda de CNN fue apoyada por Fox News, The Associated Press, Bloomberg News, Gannet Company, The New York Times, Politico, USA Today, The Washington Post, y la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca. Por su parte, One America News Network apoyó a Trump y a sus funcionarios.
La Casa Blanca ha entendido que la restitución de la credencial es sólo por 14 días, hasta fines de noviembre, y así le ha hecho saber al periodista Jim Acosta en una carta.
Por esa razón, CNN ha pedido una nueva audiencia al juez para que se le restituya al periodista su derecho de ser acreditado en la Casa Blanca sin establecer tiempo alguno, respetando la tradición en esa fuente de noticias. La prestigiosa cadena de noticias considera que la Casa Blanca está violando la primera y la cuarta enmienda.
Si se analiza serenamente ese incidente, que suele ocurrir en las ruedas de prensa, no había razón para exaltarse. Los periodistas están acostumbrados a preguntar y no les importa las bravatas del inquilino de turno de la Casa Blanca. Allí no hay amigos de ningún presidente y menos de Trump, quien ya ha pasado a la historia por calificar a los inmigrantes, especialmente latinoamericanos, de criminales, asaltantes, violadores y otras infamias. Y de mostrar su mal talante cuando se le pregunta por la famosa “trama rusa”, en la que debe testificar ante el fiscal especial Robert Mueller.
Trump ha dicho que ya ha terminado de responder con sus abogados, por escrito, el pliego interrogatorio del fiscal especial, y que no testificará personalmente. Los medios de comunicación consideran que no quiere encontrarse con Mueller, a quien despidió de su cargo de director del FBI ni bien asumió el mando del país, en enero de 2016, porque se enteró que estaba investigando, en ese momento, la injerencia rusa en las elecciones de ese año.
Cuando estoy acabando de escribir esta columna casi a medianoche del lunes 19, me entero de que la Casa Blanca no insistirá, por ahora, retirar la credencial al periodista de CNN, motivo por el cual la cadena de televisión ha decidido retirar su petición al juez.