Miles de húngaros protestan en Budapest contra la política laboral de Orbán

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BUDAPEST.- Varios miles de húngaros se manifestaron hoy en el centro de Budapest para mostrar su malestar por una reforma laboral que aumenta las horas extra -bautizada como «ley de esclavitud»– y que ha sido impulsada por el gobierno conservador de Viktor Orbán.

La manifestación es la última de una serie de protestas que se iniciaron la semana pasada, cuando la mayoría parlamentaria del partido gubernamental, el conservador Fidesz, aprobó una legislación que eleva de 250 a 400 el número de horas extra anuales.

La normativa implica que algunos empleados tengan que trabajar seis días a la semana y, además, otorga al empresario la posibilidad de aplazar hasta en 36 meses su pago.

El lema de la manifestación es «Deberías avergonzarte, János», en alusión al nombre del presidente de la República, János Áder, quien ayer ratificó la legislación, que así entrará en vigor el 1 de enero.

Los alrededor de 5.000 participantes -según estimaciones de los medios húngaros- han sido convocados por partidos, sindicatos y otras organizaciones cívicas.

La manifestación partió desde la plaza Kossuth, donde se encuentra el edificio del Parlamento, y continuó al otro lado del Danubio para acabar ante la sede de la presidencia.

Los reunidos no solo protestaban contra la polémica ley, sino que también reclamaban, entre otras cosas, medios de comunicación públicos libres.

Según los críticos de la ley, los trabajadores que se nieguen a trabajar las horas extra requeridas quedarían «marcados» y correrían riesgo de despido, a pesar de que la ley determina que debe ser algo voluntario.

Orbán, que hasta hoy no se había pronunciado sobre el asunto, esta mañana defendió la legislación, asegurando que «nadie podrá ser obligado a trabajar horas extras. Quien diga algo diferente, miente».

Algunas de las protestas anteriores, en las que destacaba la participación de muchos jóvenes, acabaron con enfrentamientos entre grupos de manifestantes y antidisturbios, que emplearon gas lacrimógeno y cargas.

Algunos grupos cívicos, como el denominado Partido del Perro de dos Colas, recurrieron a la ironía para ridiculizar las decisiones del gobierno.

«Por fin se puede trabajar ocho días por semana», «No queremos pensión» o «Más horas extras», fueron algunos de los mensajes de este grupo.

EFE/Foto: europapress.es

 

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