ATENAS.- El Gobierno griego afrontará mañana una nueva prueba de solidez en la votación en el Parlamento del segundo paquete de reformas acordadas con la Eurozona, que ha generado disidencias en el seno de su propio partido, el izquierdista Syriza.
El proyecto de ley, que incluye la reforma del código civil y la incorporación a la legislación griega de la directiva europea sobre saneamiento de bancos, ha sido presentado hoy en la Cámara y está previsto que se vote en el pleno de mañana por la noche.
Los cambios en el código civil persiguen acelerar los procesos judiciales y reducir sus costes.
La medida más polémica, que ha provocado la reacción de abogados y jueces, es la eliminación de los testigos en los juicios civiles, de modo que los jueces deberán examinar los casos solo en base a los documentos que presenten las partes implicadas.
Otro punto es la introducción de medidas que facilitan las subastas de viviendas cuando el banco las embarga por impago de la hipoteca.
El precio del que partirá la subasta será el valor en el mercado del inmueble en el momento del embargo y no su valor objetivo, que lo fija el Ministerio de Finanzas para calcular los impuestos correspondientes a cada propiedad.
A juicio de las asociaciones de abogados, este cambio facilitará las subastas porque los precios en el mercado inmobiliario se han reducido sensiblemente en los últimos años debido a la crisis.
Esta reforma del código civil ya fue propuesta por los acreedores al anterior Gobierno del conservador Andonis Samarás, pero éste no llegó a llevarla al Parlamento por la convocatoria anticipada de elecciones.
Por otro lado, la directiva europea sobre el saneamiento de los bancos, es la que prevé que si un banco necesita fondos para su recapitalización, primero debe dirigirse a los accionistas para hacerse con capital.
Si la aportación de éstos no es suficiente, se recurre a los poseedores de bonos de la entidad y en último término, se procede a la quita de los depósitos, de ahí que la directiva garantice los depósitos bancarios de hasta 100.000 euros en tal caso.
Grecia está bajo un control de capitales desde el pasado 29 de junio, y si bien los bancos abrieron después de tres semanas de cierre, las restricciones a las transacciones, sobre todo hacia el extranjero, aún se mantienen de forma amplia.
El acuerdo logrado con los socios europeos en la cumbre del pasado 12 y 13 de julio ha provocado una gran convulsión en las filas de Syriza, que ya mostró su desacuerdo en la última votación, cuando 39 diputados no respaldaron las medidas.
Como reconoció el ministro del Interior, Nikos Vutsis, tras la primera votación, para el Gobierno es crucial obtener al menos 120 votos de los 162 diputados que tiene la coalición gubernamental, formada por Syiza y el partido nacionalista de derecha Griegos Independientes.
Los acreedores han puesto como condición imprescindible para el inicio de las conversaciones sobre un tercer rescate que el Parlamento heleno legisle sobre estas cuestiones.
La portavoz del Gobierno, Olga Yerovasili, afirmó hoy que tras la aprobación de las primeras reformas y las previstas para mañana, se iniciarán los contactos.
«Inmediatamente tras la aprobación de estos requisitos, se iniciará la negociación con las instituciones, que debe concluir antes del 20 de agosto», dijo Yerovasili en un comunicado.
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— Crónica Viva (@cronica_viva) July 16, 2015