JERUSALÉN.- El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, considera absurda la posibilidad de que la fiscalía presente una acusación contra él por los casos de corrupción por los que es investigado antes de las próximas elecciones generales y responsabilizó a «la izquierda y los medios» de presionar para que lo haga.
«Durante años, los medios de comunicación y los manifestantes de izquierda ejercieron una presión brutal e inhumana sobre el fiscal general para que presentara una acusación contra mí a cualquier precio, incluso cuando no hay nada que probar», dijo Netanyahu en un video difundido hoy en redes sociales.
«Ahora esta presión ha alcanzado su punto máximo. Intentan forzar al fiscal general a intervenir en las elecciones anunciando una audiencia, cuando está claro que es imposible completar una audiencia de acusación antes de las elecciones» de abril, señaló Netanyahu, por lo que consideró absurdo presentarla en este tiempo.
Este video aparece días después de que algunos medios apuntaran a que el fiscal general, Avijai Mandelblit, y el fiscal del Estado, Shai Nitzan, estarían trabajando para cerrar en las próximas semanas tres investigaciones en marcha y decidir si presentan o no cargos contra el jefe de Gobierno, antes de los comicios.
Estos fueron adelantados de noviembre al próximo 9 de abril, después de que la coalición gobernante se rompiera en Nochebuena por el desacuerdo ante una proposición de ley para aumentar el reclutamiento para el servicio militar obligatorio entre los judíos ultraortodoxos, que siguió a una crisis anterior del Ejecutivo.
Mandelblit valora imputar a Netanyahu en varios casos de corrupción en los que él niega cualquier responsabilidad, aunque, según anunciaron recientemente fuentes de la fiscalía citadas por los medios, el grupo de fiscales que los investiga ha decidido, como hizo previamente la Policía, recomendar la imputación del jefe de Gobierno por soborno en los llamados casos 2000 y 4000.
El caso 2000 estudia un presunto intento de pacto entre Netanyahu y Arnon Mozes, editor de uno de los diarios de mayor difusión de Israel, el Yediot Aharonot, para recibir una cobertura favorable.
El caso 4000, considerado el más grave, analiza si Netanyahu favoreció al magnate de la comunicación y principal accionista del Grupo Bezeq y el portal de noticias Walla, Shaul Elovitch, a cambio de una cobertura positiva para él y su familia entre 2012 y 2017.
El equipo del fiscal todavía no habría decidido la opinión legal sobre el caso 1000 que investiga la recepción de regalos de lujo, por valor de 282.000 dólares, a cambio de favores.
Netanyahu ha negado su implicación reiteradamente, mantiene que «nada habrá porque nada hubo» y hoy acusó a la izquierda de querer «secuestrar las elecciones».
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