La etapa se disputa entre Arequipa y San Juan de Marcona, con un larguísimo enlace de 440 kilómetros que los pilotos deberán hacer antes de llegar a la zona de competición prevista para este domingo en la temida área de las dunas de Tanaka.
Para no hacer tan dura la jornada, la caravana partió el sábado por la tarde, que era el día de descanso de la carrera, para hacer noche en un punto intermedio y poder comenzar la etapa más temprano.
Esta jornada es en parte un recorrido inverso al realizado en la tercera etapa, por lo que probablemente los competidores se encontrarán con las huellas que dejaron hace apenas cuatro días, con el consecuente mayor riesgo de desorientarse y no encontrar el rumbo preciso.
El terreno sobre el que se disputará la etapa es en un 75 % arena, de ellos un 30 % dunas, mientras que el 25 % es suelo rocoso y seco.
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Así comienza la segunda parte de este rally y una de las etapas que a priori van a ser más decisivas para determinar a los ganadores de cada categoría.
En coches el catarí Nasser Al-Attiyah (Toyota) deberá administrar la ventaja de casi 25 minutos que tiene sobre el francés Stéphane Peterhansel (Mini), mientras que en motos el estadounidense Ricky Brabec deberá salir al ataque para conservar el estrecho margen que le mantiene en la primera posición.
El británico Sam Sunderland (KTM), directo perseguido de Brabec, al que tiene a apenas 59 segundos, buscará demostrar que es uno de los mejores navegantes sobre dunas, en una jornada donde el argentino Kevin Benavides (Honda) y el chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna) también esperan escalar posiciones.
EFE