LIMA.- El presidente de Perú, Martín Vizcarra, aseguró hoy el apoyo a los 2.000 damnificados por la enorme inundación de aguas residuales en Lima en las áreas de salud, defensa y vivienda, mientras se realizan las acciones de limpieza y reparación de las tuberías averiadas.
Vizcarra visitó hoy, por segunda vez, la zona de la inundación de aguas servidas en el distrito de San Juan de Lurigancho, el más grande de Lima con casi un millón de habitantes, para supervisar las labores de evacuación de los vecinos y las medidas de protección para evitar las enfermedades infecciosas.
El jefe de Estado indicó que están instalando tres canales de apoyo para los damnificados, el primero de los cuales es el trabajo de atención médica a cargo del Ministerio de Salud.
Las tareas de limpieza de las casas afectadas por la inundación estará a cargo del Ministerio de Defensa y la reparación de las tuberías de desagüe estará a cargo de la empresa estatal de saneamiento Sedapal.
En tal sentido, Vizcarra dijo que, a más tardar, mañana se reemplazará la tubería rota, con lo cual también se restablecerá el servicio de agua potable en la zona.
Sin embargo, el gerente de Aguas Residuales de Sedapal, Francisco Quezada, declaró al diario El Comercio que el servicio de agua potable estará restablecido en unos cuatro días.
«Para limpiar y habilitar el abastecimiento son 4 días probablemente. La solución total es mucho más de 30 días», afirmó Quezada.
El funcionario agregó que el seguro de la empresa pagará los daños ocasionados en las casas de los damnificados, dado que las inundaciones han alcanzado 1,5 metros de altura en algunas zonas.
Al menos 145 personas fueron trasladadas a un hospedaje mientras que se realiza la limpieza de las calles y viviendas anegadas.
Horas antes, el jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), Jorge Chávez, informó que «existen 2.000 damnificados, que abarcan cuatro manzanas y cuatro cuadras. La gran parte afectada es la cuadra frente al centro comercial Tottus, que abarca tres cuadras de profundidad».
La emergencia se produjo ayer, domingo, en varios sectores de San Juan de Lurigancho por el exceso de restos en una tubería de desagüe de la empresa de saneamiento Sedapal, que arrojó aguas pestilentes en zonas residenciales.
En algunos puntos, el agua con restos fecales alcanzó una altura de 1,5 metros, lo que dejó a algunas casas completamente inundadas.
Durante las últimas horas, los bomberos, la policía y personal de vigilancia del distrito trabajaron en rescatar a los vecinos que quedaron atrapados en sus casas y los llevaron a unos refugios instaladas por la municipalidad.
Asimismo, 138 personas fueron atendidas en los puestos médicos instalados por el Ministerio de Salud, mientras que cinco personas necesitaron ser trasladas a un hospital, aunque ninguna presenta gravedad, reportó el jefe de Indeci.
«Hemos tratado de convencer a la población, pero un 70 % de las personas no ha querido salir de sus viviendas. Les hemos proporcionado iluminación y custodia por parte de la Policía, atención médica, alimentaria y por parte de Sedapal también», agregó Chávez.
Ante la emergencia, en plena temporada de verano, Defensa Civil distribuyó agua potable a un millar de personas en San Juan de Lurigancho debido al corte del servicio de agua para ejecutar las reparaciones necesarias.
En tanto, la ministra de Salud, Zulema Tomás, informó que cuando se remueva todo el aniego, se hará una remoción del barro y se fumigará casa por casa para evitar posibles infecciones.
Tomás le pidió a la población que se retire del lugar porque si continúan en contacto con las aguas servidas pueden sufrir enfermedades digestivas y respiratorias.
«Todo lo que está contaminado tendrá que ser desechado», declaró la ministra de Salud.
EFE/Foto: andina.pe