SAN FRANCISCO (EEUU).- El segundo feto humano del que se tiene constancia de que fue genéticamente modificado en China tiene entre 12 y 14 semanas, según las estimaciones que facilitó a Efe el profesor de neurobiología de la Universidad de Stanford (EEUU) William Hurlbut.
«En la conferencia de Hong Kong (China) se dijo que el embarazo era detectable ‘químicamente’ (en una prueba de laboratorio de niveles hormonales), pero demasiado pronto para detectarla clínicamente», indicó Hurlbut a Efe.
Según los cálculos del profesor a partir de ese dato, la gestación se hallaría en estos momentos «en un rango general de entre 12 y 14 semanas».
En noviembre del 2018, el científico chino He Jiankui sorprendió a la comunidad internacional al afirmar que había conseguido crear a los primeros bebés manipulados genéticamente para resistir al VIH, lo que acarreó numerosas críticas y llevó a las autoridades chinas a abrir una investigación.
La agencia estatal Xinhua publicó el lunes el resultado de estas pesquisas, llevadas a cabo por las autoridades de la provincia de Cantón (sureste) y que determinaron que He «llevó a cabo la investigación ilegalmente para conseguir fama personal y ganancias».
Por su parte, el diario hongkonés South China Morning Post agregó que los investigadores descubrieron que He contó con científicos extranjeros en su equipo, y les acusaron de «utilizar tecnología de seguridad y efectividad inciertas».
La información ofrecida por el rotativo independiente asegura que, entre marzo del 2017 y noviembre del 2018, He falsificó varios documentos y atrajo a ocho parejas para participar en el experimento, consiguiendo dos embarazos.
Según esta versión, una de las mujeres habría dado a luz a dos gemelas apodadas Lulu y Nana -que el Gobierno de Cantón mantendrá bajo supervisión médica-, mientras que la otra todavía estaría embarazada de un bebé editado genéticamente.
Es este segundo caso el que Hurlbut estima que se encuentra entre las 12 y las 14 semanas de gestación.
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En una conferencia en la Universidad de Hong Kong en noviembre -su última aparición pública-, He se mostró «orgulloso» por el uso de la técnica de edición genética CRISPR/Cas9 en dos gemelas y recalcó que el estudio no tenía el objetivo de eliminar enfermedades genéticas, sino de «dar a las niñas la habilidad natural» para resistir a una posible futura infección del VIH.
Más de 120 académicos de la comunidad científica china señalaron en una declaración emitida en noviembre que «cualquier intento» de hacer cambios en los embriones humanos mediante modificaciones genéticas es «una locura» y que dar a luz a estos bebés conlleva «un alto riesgo».
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