MADRID.- El núcleo interno de la Tierra, que es una bola de hierro sólido algo más grande que Plutón, podría ser más joven de lo que se pensaba hasta ahora, según un estudio publicado hoy que sugiere que hace 565 años todavía no había comenzado a solidificarse.
Desde que se descubrió su existencia en 1936, la edad de ese núcleo interno de la Tierra ha sido objeto de numerosas especulaciones y estudios entre la comunidad científica.
El reto es poder precisar cuándo apareció por primera vez hierro sólido en el núcleo interno de la Tierra, un proceso llamado «nucleación» sobre el que el único consenso es que ocurrió entre 500 y 2.500 millones de años atrás.
Un nuevo estudio, publicado hoy en la revista especializada Nature Geoscience, aporta evidencias paleomagnéticas de que el campo magnético de la Tierra estaba en su intensidad más baja hace 565 millones de años, lo que apunta a que el núcleo interno no había comenzado a solidificarse completamente en ese momento.
Esas evidencias las encontró un equipo de investigadores de la Universidad de Rochester, en Nueva York (EEUU), encabezado por Richard Bono y John Tarduno.
Estos expertos midieron la intensidad y dirección del campo magnético registradas en cristales de plagioclasa y clinopiroxeno formados hace 565 millones de años en lo que es hoy el este de Quebec (Canadá).
Las bajas intensidades de campo magnético que encontraron no tenían precedentes y eran más de diez veces más pequeñas que su fuerza actual.
En un artículo divulgado junto al estudio, Peter Driscoll, experto de la Institución Carnegie para la Ciencia de Washington (EEUU), anota que «la nucleación del núcleo interno pudo haber ocurrido justo a tiempo para recargar el geodinámico y salvar el escudo magnético de la Tierra».
EFE