Wendy Sulca, la niña peruana que en el 2008 triunfó en internet con sus vídeos musicales ‘La Tetita’ y ‘Cerveza, Cerveza’, que la catapultaron como un fenómeno en la red, decidió ocultarlos de su canal de Youtube para darse una oportunidad en la música urbana, y más adulta, con el reguetón «Eso ya fue».
Las alarmas se encendieron este mes entre sus miles de seguidores cuando Wendy anunció el estreno de su nuevo sencillo, en cuya letra dice «no me pidas La Tetita, que ya fue», y al ingresar al canal de la artista se comprobó que, efectivamente, la canción había sido borrada, junto a ‘Cerveza, Cerveza’, otro de sus éxitos infantiles.
«Mucha gente no entiende, pero en realidad no están eliminados, están ocultos. Siento que ‘La Tetita’, ‘Cerveza’, pertenecen a otra etapa de mi vida musical y lo cantaba cuando era una niña», explicó la artista, que ahora tiene 22 años, en una entrevista a EFE.
El cambio que reclama Wendy también se da en su imagen, la que desde el 2017 viró hacia un ‘look’ urbano, con el lanzamiento de su videoclip «No quiero perderte», una canción pop con ritmos andinos donde aparece alejada de sus tradicionales polleras, para lucir pantalones vaqueros.
Por ello Sulca, que saltó a la fama con tan solo ocho años, ahora responde a sus críticos pidiendo comprensión y reclamando que entiendan que ya es una mujer.
«(‘La Tetita’) es otro tipo de letra, es más para niños. Mi mamá la compuso para niños, porque yo era una niña, pero ya no soy una niña», insistió.
Lejos de avergonzarse de su pasado, Wendy considera que los vídeos que se convirtieron en virales son «un gran recuerdo» para ella, aún cuando también rememoran muchos momentos de ‘bullying’ (acoso) en las redes, que ella atribuye a la «ignorancia» de muchos que no conocen que el folclore es parte de las costumbres de una gran parte de la población peruana.
«Me enteré en la clase de computación que era famosa. Ahí fue donde me afectó, porque en internet es donde te dicen cosas muy fuertes a partir de perfiles falsos. Hasta derramé lágrimas. Yo quería dejar de cantar, sentía que nadie me quería», aseveró.
Sin embargo, la ayuda de su mamá, quien luego de que su padre falleciera se convirtió en su representante, fue «fundamental».
«Ella me ayudó bastante, me dijo que tenía que seguir. Que no hiciera caso a la gente que me hacía comentarios racistas, sino a la gente que me quería, que me aplaudía», apuntó.
Para Wendy, nacida en Lima de padres de la región andina de Ayacucho, muchos de los ataques que recibió se debían a sus rasgos étnicos y a que mucha gente de fuera «no conoce de la cultura peruana, de las fiestas patronales, de los ritmos autóctonos».
«Los videoclips como el que vieron en ‘La Tetita’, los hice así porque solían ser grabados así. Aquí (en Perú) a la gente le gusta verse reflejado en el videoclip», apuntó.
Por eso aún ahora ella vuelve a defender a la niña que fue: «Era una niña y no estaba haciendo nada malo», dice.
La cantante ha enfrentado las críticas con trabajo y perseverancia, gracias a lo cual viene cosechando sus primeros frutos, como el hecho de haber cantado junto al mexicano Rubén Albarrán, de Café Tacvba; o haber colaborado con el estadounidense de origen puertorriqueño René Pérez «Residente», de Calle 13.
También haber grabado con el compositor argentino Fito Páez, con el cantante chileno Gepe, cuya canción «Hambre» ocupó los primeros lugares en diversas radios chilenas, o haber participado en el canal musical MTV, donde se presentó con unas polleras estilo pop.
«Reconozco mi perseverancia. Vengo de una familia muy humilde, que a veces no teníamos ni para comer, y no me he rendido. Me siento muy orgullosa de lo que hago y de lo que hice», agregó la renovada Wendy, que si bien cuando era niña se imaginaba «triunfando como artista folclórica, porque «era lo único que conocía», hoy sueña con lanzar un disco en su nuevo estilo, y sonar en las radios.
Precisamente como homenaje a sus orígenes, en «Eso ya fue» Wendy fusiona «sonidos andinos con ritmos actuales», y lo hace integrando el charango al reguetón.
También en «Eso ya fue», Wendy se luce por primera vez con una imagen sensual y lentejuelas, «porque el género lo demanda así» y porque «es hora» de mostrar a la gente que ya creció.
EFE/Mercedes Palomino
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