PARÍS.- La revista «Têtu«, fundada hace dos décadas y única cabecera homosexual de Francia, fue declarada hoy en quiebra por el administrador judicial que la gestionaba desde el pasado 1 de junio, tras declararse en suspensión de pagos.
A pesar de que se había prolongado la fecha límite para recibir ofertas de posibles compradores, no se presentó ninguna propuesta que respondiera a las exigencias del Código de Comercio de Francia.
Con la etiqueta #SaveMyTetu para buscar apoyos en las redes sociales, los trabajadores habían intentado recaudar fondos a través del micromecenazgo (crowfunding) en internet, pero el administrador judicial consideró insuficiente la oferta.
Según el director de la redacción, Yannick Barbe, otros inversores potenciales habían decidido no presentar oferta pues entendían que «la marca no es del agrado de todos los anunciantes».
La cabecera, fundada en 1995 por los periodistas Didier Lestrade y Pascal Loubet con el constante apoyo financiero del magnate Pierre Bergé (compañero sentimental del difunto modisto Yves Saint-Laurent), había vivido siempre en situación deficitaria, pero su salud financiera se deterioró en los últimos años.
El 2012, tras perder 2,3 millones de euros (2,5 millones de dólares), Bergé le vendió la revista por un euro simbólico al empresario Jean-Jacques Augier, tesorero de la campaña presidencial de François Hollande, que a su vez perdió 2 millones de euros (2,1 millones de dólares) el 2013 y 1,1 millones 1,2 millones de dólares) el 2014.
La difusión de «Têtu«, que cuenta con nueve asalariados y se vende mensualmente por 5 euros (5,4 dólares), había retrocedido un 12,5% desde el 2010, hasta los 28.275 ejemplares por mes. Las pérdidas del 2015 rondan los 500.000 euros (546.000 dólares).
En dos décadas de vida, se había convertido en el escaparate para la defensa de los derechos de los homosexuales y había instaurado la tradición de que los candidatos presidenciales se sometieran a sus entrevistas, como Jacques Chirac, Ségolène Royal, Nicolas Sarkozy, Marine Le Pen o el propio Hollande.
El 2007, abandonó su tradicional eslogan («la revista de los gays y las lesbianas») y comenzó a orientar su línea editorial hacia una revista urbana masculina.
Pese a ese giro, la palestra en la que hicieron pública su homosexualidad o hablaron por primera vez de ella personalidades como el cantante Emmanuel Moire, el político socialista Bruno Julliard, el conservador Franck Riester o la humorista Muriel Robin, no consiguió recuperarse.
El 2008 le salió un competidor en internet, la web «Yagg», fundada por extrabajadores de «Têtu» y también en dificultades económicas, y entre 2012 y 2013 no logró traducir en ventas el debate sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo, legalizado en Francia en mayo del 2013.
«Se podría pensar que tras la aprobación del matrimonio homosexual en Francia, ‘Têtu’ ya no tenía espacio y el combate había terminado. Pero es falso. Por ejemplo, las parejas de lesbianas no tienen acceso a la reproducción asistida», dijo su redactor jefe adjunto, Sylvain Zimmermann, horas antes de confirmarse la quiebra.
Salvo sorpresa, el doble número de julio y agosto, con el cantante británico-libanés Mika en la portada, será el último de una publicación que, según Zimmermann, tiene «un interés público» porque da visibilidad a la comunidad homosexual de Francia. ♦